El famoso que le salvó la vida a Drew Barrymore cuando era niña

La vida de Drew Barrymore no fue la de una niña normal. No solo porque comenzó actuando desde muy pequeño y tuvo que lidiar con la fama a una edad muy temprana, sino que las drogas y las adicciones formaron parte de su día a día desde sus primeros años.

Comenzó con el alcohol cuando contaba con ocho años de edad, y asistía a eventos y fiestas nocturnas de Hollywood, Sin embargo, ese era solo el principio. A los 12 años, la actriz ya era adicta a la cocaína. 

Antes de los 14, Drew Barrymore ya había entrado y listado de clínicas de rehabilitación en varias ocasiones y su situación laboral se tornaba cada vez más insostenible con su madre y su manager, Ildiko Jaid Barrymore presionando y exponiéndola a todo tipo de situaciones. Debido a esto, la joven actriz se emancipó de la custodia legal de su madre.

Entre toda esa oscuridad y complejidad para una niña tan pequeña, Drew Barrymore siempre resaltó la figura de Steven Spielberg, a quien conoció en los rodajes de E.T. El Extraterrestre, volviéndose su protegida. 

Incluso llegó a describirlo como “la única figura paterna que ha tenido en su vida”. Por su parte, el cineasta manifestó durante una entrevista con Vulture que siempre sintió que quería ayudarla, pero no tenía forma de hacerlo.

“Se quedaba despierta mucho después de su hora de acostarse, iba a lugares de los que sólo debería haber oído hablar y vivía una vida a una edad muy tierna que creo que le robó su infancia” explicó al portal norteamericano. Por otro lado, aseguró que se “sentía impotente porque no era su padre. Solo podía ser una especie de consejero para ella”.

Con el pasar del tiempo, Drew Barrymore logró recomponerse y construir una gran carrera llena de premios y reconocimientos tanto nacionales como internacionales.

La actriz se refirió a todo lo vivido cuando era pequeña, en su libro autobiográfico Wildflower, donde relata todo lo que tuvo que atravesar de niña.

Sin embargo, aseguró que ama muchísimos a su madre: “No podría funcionar sin saber que está bien y cuidada. Estoy agradecida con esa mujer por haberme traído al mundo.  No le guardo rencor porque me gusta quién soy. Y para eso fue necesario cada paso del camino”.

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