La historia real detrás del éxito de la miniserie Secuestro del vuelo 601

60 horas en vuelo, 24 mil kilómetros, 12 despegues y hasta cambios de pilotos. Todo lo que sucedió aquel fatídico 30 de mayo de 1973
La serie se inspira en una historia real sucedida en Colombia en 1973
La serie se inspira en una historia real sucedida en Colombia en 1973 Foto: Netflix

Hace apenas unos días, la plataforma Netflix sorprendió a propios y ajenos con una miniserie colombiana que atrapó a sus suscriptores. Se trata de Secuestro del vuelo 601, una producción que narra la historia de un grupo de hombres que secuestraron un avión en pleno vuelo y lo mantuvieron durante casi 40 horas de un lado a otro de Sudamérica exigiendo un rescate. 

Si bien la serie toma como disparador un hecho real, su desarrollo y desenlace difieren parcialmente de lo sucedido ese día de mayo de 1973, cuando en un vuelo que partió desde Bogotá, dos hombres armados tomaron como rehenes a toda la tripulación y exigieron dos cosas: la liberación de unos cincuenta presos políticos en Colombia, y el pago de un cuantioso monto de dinero. 

Ante la lógica primera negativa del gobierno colombiano de ceder ante el delito, comenzó un periplo por distintos puntos de Sudamérica, transformándose en el secuestro aéreo más largo de la historia. Durante 60 horas y 24 mil kilómetros en vuelo, 12 aterrizajes y casi la misma cantidad de aeropuertos, este dúo de delincuentes aterrorizó a toda una tripulación. 

Este hecho fue perpetrado por dos ex futbolistas paraguayos: Francisco Solano Patiño y Óscar Eusebio Borja. Si bien se sospechaba que formaban parte del Ejército de Liberación Nacional, en realidad eran personas aquejadas por problemas económicos y sin mucho que perder. 

La versión ficcionalizada de Francisco Solano y Óscar Borja

Las negociaciones incluyeron no sólo la liberación parcial de algunos de los pasajeros, sino también el cambio de los primeros pilotos, quienes por las presiones de los secuestradores debieron pilotear durante más de 30 horas sin descanso, con todo el peligro que eso significa. 

La liberación de los últimos pasajeros se dio en Mendoza, Argentina, donde al fin se pudo conocer la historia de los delincuentes a bordo. Más allá de esto, ni siquiera pudieron apresar a ambos: mientras que Solano fue extraditado a Colombia para cumplir una pena de 5 años de prisión, Borja jamás fue encontrado, y se dice que vivió libremente en Argentina. Una historia increíble que bien merecía esta adaptación en Netflix.