La historia real detrás de Descansar en Paz, la película que es tendencia en Netflix

La película argentina es una de las más vistas de la plataforma y guarda semejanzas con un insólito hecho real de una mujer que fingió la muerte de su marido para cobrar una indemnización
Joaquín Furriel protagoniza Descansar en Paz
Joaquín Furriel protagoniza Descansar en Paz Foto: Netflix

Hace apenas unos días, la plataforma Netflix estrenaba una película argentina, producida por ellos mismos, que narraba la historia de un hombre que, aquejado por una serie de deudas, aprovecha un atentado para fingir su muerte y fugarse a otro país, de manera tal que su familia pueda vivir tranquila sin preocuparse por dicha deuda. El film en cuestión es Descansar en paz

Este guion, por insólito que parezca, fue inspirado a partir de un caso similar ocurrido en Argentina durante la década del 90. Corría el año 1994 cuando uno de los hechos más trágicos del país sucedió en pleno centro de Buenos Aires. Un coche bomba se inmoló contra la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina), dejando 85 personas muertas. 

En el medio del caos, la confusión y el terror, eran 86 los fallecidos atribuidos al hecho, aunque con el paso de los años, se definió en 85 al descubrirse un tremendo caso en el que una persona había reclamado el deceso de su marido en el hecho, aunque años después se supo que nunca sucedió. 

El personaje de Furriel, previo a tomar la decisión de fugarse y fingir su muerte

Castorina Amarilla Estigarribia reclamó al Estado argentino la indemnización por el fallecimiento de su marido, Patricio Irala (ambos paraguayos), quien según su relato comenzaba ese día a trabajar como chofer para la AMIA. Apenas necesitó de dos testigos para que se le apruebe. 

Con el tiempo, comenzaron a surgir dudas. La primera, que la Asociación no contaba con choferes trabajando activamente para ellos. La segunda, que Castorina haya ido de vuelta a Paraguay, sola, y que se constatara que el ingreso de Patricio Irala no existía en los registros.

Al tiempo se descubrió también que la indemnizada (55 mil dólares), se hallaba viviendo con Patricio Irala en Paraguay. Su primera coartada fue que era otro Patricio Irala, su segundo marido de idéntico nombre al primero. Más allá de los difícil de creer de esta historia, comenzaron a surgir contradicciones en su relato. 

No pudo sostener mucho tiempo más su mentira. Al tiempo, la Justicia argentina le exhortó la devolución de la suma y pidió la extradición del país vecino para que sea juzgada por defraudación al Estado. Sus allegados dijeron que nunca supieron nada de la estrategia de Castorina, ni siquiera el propio Patricio Irala. La supuesta víctima, que había sido incluída en distintos homenajes, fue retirada de todos ellos. 

Una historia de película que al final terminó en ella, aunque claro, para los que vieron Descansar en Paz, sabrán que tiene sus diferencias. Este film está dirigido por Sebastián Borensztein, con guión del propio Sebastián junto a Marcos Osorio Vidal, basado en la novela de Martín Baintrub, y protagonizado por Joaquín Furriel, Griselda Siciliani y Gabriel Goity.