Los mejores datos curiosos detrás de La madre de la novia, la película que arrasa en Netflix
La cinta protagonizada por Brooke Shields llegó el jueves pasado al servicio de streaming y rápidamente se ha ubicado entre lo más visto en gran cantidad de países. Repasamos las mejores curiosidades detrás de la producción del filme.
Desde anécdotas inesperadas hasta coincidencias actorales, repasamos los datos más curiosos sobre la película La madre de la novia, la divertida comedia que se ha convertido en la cinta más vista de Netflix en gran cantidad de países.
"Una cariñosa madre viaja a una isla tropical para la boda de su hija, pero descubre que el padre del novio es un ex al que hace muchísimo tiempo que no ve", indica la sinopsis del filme que triunfa en Netflix.
La famosa actriz Brooke Shields reveló una curiosa anécdota sobre el rodaje de la película. Durante una escena en la que Benjamin Bratt se encontraba nervioso, Shields decidió hacer una broma para calmar la tensión, dejando caer su vestido fuera de cámara para sorprender a Bratt, generando así una reacción inesperada en su rostro.
Mirá el tráiler de La madre de la novia
Además, Shields bromeó sobre su apariencia en la película, comparándola con el personaje de Morticia Addams, a quien interpretó en Broadway en el musical de "The Addams Family".
La madre de la novia marca la segunda colaboración entre el director Mark Waters y el actor Chad Michael Murray, quienes previamente trabajaron juntos en "Freaky Friday" (2003).
Curiosamente, esta no es la primera vez que Chad Michael Murray interpreta a un personaje llamado Lucas, ya que anteriormente lo hizo en la serie "One Tree Hill" (2003), con la que saltó a la fama en el comienzo de su carrera.
A pesar de las escenas de desnudez en la película, Shields reveló que ninguno de los actores estaba realmente desnudo durante el rodaje, aunque admitió que habría sido divertido hacerlo.
Por último, un detalle que no pasó desapercibido para los fanáticos es la similitud entre una escena de la película, donde el grupo corre desnudo hacia el océano, y una icónica escena de la película anterior de Brooke Shields, "The Blue Lagoon" (1980).