El mensaje oculto de la saga de El planeta de los simios
La franquicia le ha dado una gran importancia al lenguaje como el elemento fundamental que diferencia a los humanos de los simios.
La saga del Planeta de los Simios se ha consolidado como una profunda alegoría sobre la condición humana y el trato hacia "el otro". Desde la película original de 1968 hasta las más recientes adaptaciones, la serie ha explorado cómo el lenguaje y la capacidad de planificación distinguen a los humanos de sus ancestros simios, más allá del mero uso de herramientas y armas.
Contrariamente a la visión de la película de Stanley Kubrick, "2001: Odisea del Espacio", que atribuía la humanidad al uso de herramientas, El Planeta de los Simios propone que es el lenguaje el verdadero fundamento de nuestra especie.
En El Origen del Planeta de los Simios (2011), la historia de César, un chimpancé que adquiere una inteligencia excepcional debido a un tratamiento experimental, pone de manifiesto esta teoría. César, dotado de la capacidad de comunicarse mediante lenguaje de señas, inicia una revolución no solo física sino también intelectual, marcando el inicio de un cambio de paradigma en la relación entre simios y humanos.
Mirá el tráiler de El Planeta de los Simios: Nuevo Reino
Su capacidad de decir "No" frente a la crueldad de los humanos, encarnada en el personaje de Dodge Landon (Tom Felton), resalta el poder del lenguaje como herramienta de resistencia y cambio.
La secuela, El Amanecer del Planeta de los Simios (2014), profundiza en esta dinámica al mostrar a simios y humanos casi en igualdad de condiciones, ambos capaces de comunicarse fluidamente. La trama gira en torno a la tensión que surge cuando los humanos intentan trabajar en una presa ubicada en territorio simio. La película explora cómo el lenguaje no solo facilita la cooperación, sino también cómo puede ser fuente de conflicto y división, reflejando los dilemas morales y éticos a los que se enfrentan ambas especies.
En La Guerra del Planeta de los Simios (2017), la narrativa alcanza un punto crítico cuando un virus priva a los humanos infectados de su capacidad de hablar, reduciéndolos a un estado primitivo. Este giro argumental no solo invierte los roles de poder, sino que también cuestiona la superioridad inherente de los humanos sobre otras especies. El coronel, interpretado por Woody Harrelson, utiliza su elocuencia para manipular, pero al perder su capacidad de hablar, opta por el suicidio antes que enfrentarse a vivir como lo que él considera menos que humano.
Desde su inicio hasta El planeta de los simios: Nuevo reino, la franquicia ha utilizado el lenguaje como eje central para explorar temas de dominación, resistencia y evolución, mostrando que la capacidad de comunicarse es lo que verdaderamente define a los seres humanos y lo que podría llevar a su propia obsolescencia en un mundo donde los simios se superan no solo en inteligencia sino en humanidad.