Las diferencias entre Paranoia, el film furor de Netflix, y La Ventana Indiscreta, el clásico de Hitchcock
A pesar de que podría ser considerado una remake, la película de Caruso contiene diferencias sustanciales con la obra del maestro del suspenso
La plataforma Netflix sorprendió a sus suscriptores con la inclusión de un film de suspenso de 2007 que cautivó a todos, titulado Paranoia. El mismo está protagonizado por Shia LaBeouf y narra la historia de un joven que, tras ser obligado a quedarse en su casa, comienza a espiar a sus vecinos, hasta que sospecha que uno de ellos ha cometido un crimen.
Esta premisa tiene similitudes muy marcadas con uno de los clásicos del cine, dirigido por Alfred Hitchcock, titulado La Ventana Indiscreta, donde un hombre debe permanecer encerrado en su hogar, y comienza a notar que uno de sus vecinos podría haber cometido un crimen. Sin embargo, no se trata de una remake, ni siquiera de un plagio, según determinó una jueza tras la demanda de los derechos de esta película.

A continuación, repasaremos las diferencias entre ambas películas, que llevaron a determinar que las similitudes no son sustanciales en lo que respecta a la obra en sí misma, sino parte necesaria de un desarrollo diferenciado, incluso a pesar de que muchos aún le reclaman a su director, D.J. Caruso, no nombrar a Hitchcock en la película.
En principio, hay tres puntos principales sobre el planteo de la trama. El primero tiene que ver con el motivo que encierra a los protagonistas. Mientras en La ventana indiscreta, el protagonista (James Stewart) es un fotógrafo que debe permanecer en casa por tener la pierna enyesada, en Paranoia se debe a problemas con la ley que le causan una prisión domiciliaria a Shia LaBeouf.
Luego, también se tiene en cuenta la época (ambas se narran en el presente del año de su estreno, o sea, con 50 años de diferencia), lo que lleva a distintos métodos de seguimiento y comunicación entre los personajes, como las cámaras de video digital y los celulares. Por último, las personas que acompañan al protagonista y entran a la casa del asesino: por un lado, la enfermera y esposa del fotógrafo; por el otro, su amigo y la vecina que comenzó a tener un interés romántico con el joven.
Pero además, hay dos aspectos más, que son aún más importantes a la hora de marcar la diferencia entre sí como obras individuales. La primera es el tono. Mientras en Paranoia se coquetea permanentemente con el humor, la sensualidad juvenil y hasta cierta inocencia de los "vouyeristas", el personaje de James Stewart es mucho más serio y adulto, dotando al film de Hitchcock de mayor sobriedad.

Por último, el punto de vista es la diferencia entre una obra maestra, y una buena película. Alfred Hitchcock, uno de los directores más aclamados de la historia, respeta el punto de vista del personaje principal, y sus puestas de cámara emulan su ojo, incluso a través de la cámara del propio fotógrafo. Por ello, el espectador casi no entra a la casa del antagonista. Vemos, literalmente, a través de sus ventanas. En cambio en Paranoia, si bien comienza de esta manera, la intromisión de la cámara de Caruso es mucho más libre, dejando menos lugar al suspenso del fuera de campo y jugando más con otra construcción del género.