Emily en París: la curiosa inconsistencia que ha generado un fuerte debate entre los fans

Emily en París se ha convertido en una de las series más vistas de Netflix, cautivando a los espectadores con su moda, drama y su romántica visión de la "Ciudad del Amor".

Sin embargo, entre los fanáticos se ha generado un fuerte debate por un agujero de guion que se vuelve cada vez más difícil de ignorar: ¿cómo es posible que Emily todavía no haya aprendido francés después de cuatro temporadas viviendo en París?

Desde el comienzo, la serie hizo énfasis en las dificultades de Emily para adaptarse al idioma y la cultura. Incluso se la vio asistir a clases de francés durante las primeras temporadas. No obstante, después de una lección de Sartre en la tercera temporada, parece que Emily decidió abandonar cualquier esfuerzo por mejorar su dominio del idioma.

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Lo más sorprendente es que, a pesar de estar inmersa en una cultura donde el francés es esencial, Emily apenas ha avanzado. Desde su trabajo en una agencia de marketing francesa hasta sus relaciones personales, la falta de fluidez en el idioma resulta increíblemente fuera de lugar. Incluso cuando su error con la palabra "champignon" casi causa una tragedia en la tercera temporada, esto no la motivó a estudiar más seriamente.

El problema va más allá de la lógica del mundo real. La propia caracterización de Emily como una mujer ambiciosa y que se esfuerza por complacer a todos choca con su falta de interés por aprender francés. Es un detalle que no encaja con su personalidad y que comienza a agotar a los fans, quienes esperaban más evolución en este aspecto.

A pesar de este fallo, Emily en París sigue siendo un éxito en la plataforma de streaming y, en la cuarta temporada, finalmente vemos a Emily enfrentarse a las consecuencias de su negligencia con el idioma. Gabriel, su interés amoroso, le reprocha su incapacidad para tomarse en serio esta parte fundamental de su vida. ¿Será este el cambio que los espectadores estaban esperando?