Final explicado de Las tres hijas: ¿una de las últimas escenas es un sueño?
Repasamos los detalles del conmovedor desenlace de la nueva película de Netflix.
Las tres hijas, la nueva película de Netflix dirigida por Azazel Jacobs, explora con gran sensibilidad los temas del duelo, las relaciones familiares y el difícil proceso de dejar ir a un ser querido. Protagonizada por Carrie Coon, Elizabeth Olsen y Natasha Lyonne, la cinta sigue a tres hermanas que se reúnen para acompañar a su padre en sus últimos días de vida.
La película gira en torno a Katie, Christina y Rachel, tres hermanas muy diferentes entre sí. Mientras Katie (Coon) es una madre controladora de Brooklyn, Christina (Olsen) es una madre separada y libre de espíritu, y Rachel (Lyonne) es una mujer que nunca ha dejado el departamento de su padre y cuya vida desorganizada choca con las de sus hermanas.
La tensión entre las hermanas es evidente desde el comienzo. Rachel ha estado cuidando a su padre durante todo este tiempo, mientras que Katie y Christina llegan cuando ya es demasiado tarde para enmendar las distancias. El desorden y los conflictos por las decisiones sobre el cuidado del padre generan fuertes discusiones, pero también abren la puerta a un proceso de reconciliación.
Mirá el tráiler de Las tres hijas
A medida que avanza la trama, las diferencias entre las hermanas se hacen cada vez más evidentes, pero un momento clave en la película ocurre cuando Benjy, el novio de Rachel, enfrenta a Katie y Christina por haber dejado a su hermana sola en los momentos más difíciles.
Uno de los momentos más memorables es la escena en la que las hijas llevan a su padre moribundo a su sillón favorito. En una secuencia que parece un sueño, el padre se desprende de los tubos de oxígeno y comienza a caminar, rememorando momentos pasados y reflexionando sobre su vida. Sin embargo, al final de la escena, se da cuenta de que ya ha muerto. Este instante es crucial, ya que representa su despedida y aceptación del inevitable fin.
La película culmina con las tres hermanas abrazándose y sentándose en el sillón de su padre, cantando juntas "Cinco patitos". Este acto simbólico refleja el deseo de su padre de que, tras su muerte, ellas puedan encontrar la paz y una mayor cercanía entre ellas.
A lo largo de Las tres hijas, la relación entre las hermanas evoluciona y, pese a los resentimientos acumulados, el proceso de acompañar a su padre las une de una manera que ninguna esperaba. La película cierra con una nota esperanzadora, dejando en claro que el amor fraternal puede prevalecer, incluso en los momentos más oscuros.