Bebé Reno: ¿qué pasó con el juicio millonario de Fiona Harvey contra Netflix?

El inicio de 2024 trajo consigo una sorpresa para Netflix: la serie británica Bebé Reno se convirtió en el programa de televisión más comentado del año.

Lo que comenzó como un pequeño grupo de fanáticos investigando la historia "basada en hechos reales" del show, terminó con una demanda millonaria. Fiona Harvey, quien se asemeja a un personaje de la serie, inició un juicio contra la plataforma de streaming, alegando difamación y otros cargos.

Harvey, quien apareció en el programa de Piers Morgan, amenazó inicialmente con demandar a Netflix. Ahora, esta amenaza se ha materializado en una demanda de 170 millones de dólares presentada en California. La acusación incluye daños por "pérdida de disfrute y de negocios" y exige todos los beneficios generados por Bebé Reno. Netflix, por su parte, ha manifestado su intención de defenderse vigorosamente, apoyando el derecho del creador Richard Gadd a contar su historia.

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El futuro del juicio podría redefinir la forma en que se produce la televisión. Muchos expertos coinciden en que la situación podría haberse evitado si la serie hubiera incluido la frase "basada en" al inicio. Este detalle, aparentemente menor, habría dejado claro que el show estaba inspirado en hechos reales pero con elementos ficticios, ofreciendo una mayor protección legal.

En los últimos años, las demandas por representaciones en televisión han sido más comunes. Netflix, por ejemplo, resolvió recientemente una demanda por difamación presentada por Linda Fairstein, una exfiscal de Manhattan, tras su representación en la miniserie When They See Us. El costo del acuerdo fue de un millón de dólares, mucho menos de lo que Harvey podría costarle a la plataforma si el veredicto no le es favorable.

Con estas demandas en aumento, es probable que las plataformas comiencen a tomar mayores precauciones. Podríamos ver más series con disclaimers detallados sobre cómo se han adaptado los hechos reales. Esta tendencia parece una medida necesaria para evitar futuros litigios. En el largo plazo, el impacto podría ser aún mayor. Productores y guionistas podrían optar por historias completamente ficticias, alejándose de las biografías y relatos basados en hechos reales, para evitar conflictos legales.