Final explicado de Besos, Kitty: ¿habrá tercera temporada?

La segunda temporada de Besos, Kitty llega a su fin con un desenlace que privilegia la madurez emocional sobre el drama intenso que caracterizó a la primera entrega. La serie, disponible en Netflix, exploró las consecuencias de decisiones amorosas complejas y secretos familiares largamente guardados.

El regreso de Kitty Song Covey a la Escuela Internacional de Seúl estuvo marcado por la búsqueda del misterioso Simon, mencionado en una carta de su madre. Sin embargo, fueron sus conflictos sentimentales los que dominaron la historia, especialmente su innegable conexión con Yuri y la confesión pendiente de Min Ho.

Mirá el tráiler de Besos, Kitty:

La temporada alcanzó un punto crítico cuando una carta personal de Kitty reveló sus sentimientos por Yuri frente a todo su grupo de amigos. Esta exposición provocó la ruptura entre Yuri y Julianna, generando tensiones en la dinámica del grupo, especialmente considerando que Kitty y Julianna compartían vivienda.

El desarrollo de la amistad entre Kitty y Min Ho se convirtió en uno de los elementos más destacados de la segunda temporada. La transformación de su relación, desde una inicial antipatía hasta una profunda conexión, dejó a los espectadores con la expectativa de un posible romance futuro.

La búsqueda del enigmático Simon condujo a un emotivo reencuentro familiar. Min Ho facilitó la reunión entre la abuela de Kitty y su hermana Soon Ja, separadas durante décadas por un malentendido, prestando su jet privado para trasladar a la familia. Este momento representó uno de los puntos más conmovedores de la temporada.

Jessica O'Toole, showrunner de la serie, ha expresado su interés en continuar expandiendo el universo de estos personajes, sugiriendo la posibilidad de explorar sus vidas más allá de Seúl en futuras entregas. La maduración de los personajes y la profundización en sus historias familiares se perfilan como elementos centrales para una potencial tercera temporada.