Esta serie coreana recopila ocho cortos de terror que no puedes perderte

Esta serie coreana recopila ocho cortos de terror que no puedes perderte

Solo minutos de historias que te dejarán la piel de gallina y la sensación de que alguien te está observando.

Martina Ruffo Vicino

No hace falta pasarse horas frente a la pantalla para disfrutar de una buena historia. A veces, unos pocos minutos bien utilizados son más que suficientes para dejarnos con la piel de gallina. En el terror, lo que realmente importa es cómo se juega con la tensión y la sorpresa, y hay series que lo hacen de maravilla en muy poco tiempo.

Ese es el caso de Goedam, una antología de terror surcoreana que puedes ver en Netflix. Cada episodio dura entre 7 y 15 minutos, tiempo suficiente para sumergirte en relatos escalofriantes inspirados en leyendas urbanas y mitos coreanos. Con una estética oscura y una narrativa que no pierde el tiempo, Goedam nos lleva por escenarios cotidianos —escuelas, calles vacías, habitaciones sombrías— donde lo sobrenatural acecha a la vuelta de la esquina.

Mira el tráiler de Goedam:

 

El título Goedam significa literalmente "historia de fantasmas" en coreano, haciendo referencia a los relatos de terror tradicionales que se han transmitido oralmente a lo largo de generaciones en Corea del Sur. La serie captura la esencia de estos cuentos urbanos y los presenta con un enfoque visual moderno, usando efectos prácticos y digitales para generar terror en un tiempo reducido.

Lo mejor es que cada capítulo es independiente, así que puedes verlos en cualquier orden. Hay de todo: fantasmas con asuntos pendientes, maldiciones digitales, presencias que se esconden en las sombras. Historias como La dimensión, donde un detective sigue las instrucciones de un joven desaparecido, o El destino, que convierte un simple viaje en taxi en una pesadilla sin escapatoria, son pruebas de que el horror no necesita durar horas para dejarnos con el corazón en la boca.

Ocho episodios de entre 8 a 20 minutos. Foto: Netflix

La atmósfera es clave en esta serie. Luces bajas, encuadres cerrados, sonidos que erizan la piel... todo está pensado para que te sientas inquieto desde el primer minuto. Además, el equilibrio entre efectos prácticos y digitales es impecable: no abusan del CGI, lo que hace que cada aparición fantasmal y cada escena inquietante se sienta más real.

A pesar de su brevedad, Goedam logra lo que muchas producciones más largas no consiguen: generar miedo del bueno. Es cierto que algunos episodios parecen fragmentos de historias más grandes, pero eso no le resta mérito. Al contrario, es una gran forma de adentrarse en el terror coreano y su particular manera de contar historias. Si buscas algo rápido pero efectivo, esta serie es para ti.

Con una segunda temporada en camino, Goedam sigue consolidándose como una opción perfecta para quienes disfrutan de relatos de terror cortos pero intensos. Si te gusta lo sobrenatural con un toque urbano, esta serie demuestra que el miedo no necesita presentaciones extensas ni grandes vueltas: a veces, basta con unos minutos para que te quedes mirando la pantalla con el corazón acelerado.

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