Pilar Gamboa habla del éxito de Envidiosa: "Me gusta que la serie tenga ese nivel de popularidad porque la protagonista no es una heroína"

Esta semana llegó a Netflix la segunda temporada de Envidiosa, la exitosa serie argentina creada por Carolina Aguirre que sigue la historia de Vicky (Griselda Siciliani), una mujer de 40 años que entra en crisis cuando su pareja de diez años rompe con ella, echando por tierra sus deseos de casarse y formar una familia. Mientras sus amigas parecen haber alcanzado la estabilidad en sus vidas, Vicky lucha con sentimientos de envidia y la presión de cumplir con las expectativas sociales.

A lo largo de la primera temporada, vemos a Vicky tratando de reconstruir su vida amorosa y profesional, desencadenando todo tipo de situaciones disparatadas. En los nuevos episodios, la protagonista tendrá que tomar la decisión de volver Daniel, su expareja, o jugársela por amor, y animarse a una relación con Matías. Pero en el camino, tendrá que aprender a escucharse a sí misma, y a lidiar con esos sentimientos de envidia que tanto la acechan.

Tráiler temporada 2 de Envidiosa: 

El elenco incluye a Esteban Lamothe como Matías, Violeta Urtizberea como Lucila y Martín Garabal como Daniel, y Benjamín Vicuña como Nicolás, entre otros. 

Con motivo del estreno de la nueva entrega de Envidiosa, desde Quever pudimos conversar con Pilar Gamboa, la actriz que interpreta a Carolina, la hermana del personaje de Siciliani, que en esta segunda temporada también deberá encarar sus propios retos personales.

Le preguntamos a Pilar cómo recibió el éxito de la serie, por qué cree que tantas mujeres se identificaron con la ficción, y cómo fue crear ese vínculo tan particular entre las hermanas, que se lleva buena parte del corazón y los momentos más emotivos del show.

Quever: En su estreno, Envidiosa se convirtió en todo un fenómeno. ¿Cómo recibiste el éxito de la serie y toda la expectativa de cara a la nueva temporada?

Gamboa: Cuando las cosas toman este color como pasó con Envidiosa, nunca lo espero. Nunca sé bien qué puede ser un éxito, qué no puede ser un éxito. Nunca sé bien esos parámetros. Me empecé a dar cuenta que era una locura por el contacto con la gente en la calle. Ahí me empecé a dar cuenta que la serie se estaba viendo un montón, por cómo la gente me saludaba y me felicitaba. Y hablando con Griselda, me decía: 'es una locura'.

Me gusta que la serie tenga ese nivel de popularidad sobre todo porque la protagonista no es una heroína, no es buenísima, no es una persona con buenos pensamientos, como tal vez eran las protagonistas de las telenovelas de antes. Mujeres impolutas que no tienen ni un pensamiento malo. Y esta mujer, el personaje de Griselda, lleno de oscuridad, de pensamientos horrorosos, de sufrimiento, de rotura. Creo que la serie logra llegar a todo lo que llega porque el personaje protagónico es un personaje roto y sufriente, y con todos los colores que puede tener un ser humano.

Envidiosa toca muchos temas, pero pone el foco en todos esos mandatos sociales que, al día de hoy, muchas mujeres enfrentamos. ¿Cuál es tu mirada al respecto?

Gamboa: Creo que es un mandato que todavía existe y por algo la serie llega a los corazones de las minas como llegó. Es un mandato que existe y por más que sigamos peleando hay un sistema que nos envuelve y en el que vivimos, que es mucho más potente que nuestra propia pelea y nuestra propia lucha. Si llegaste a determinada edad y no tuviste un hijo hay algo que se volvió raro, para la sociedad y para una misma. Como si fuese que, más allá de lo que hemos conseguido hasta este momento y todo lo que ya se hizo, y que se va a seguir haciendo, hay algo de ese lugar que todavía sigue siendo una carne viva para un montón de mujeres porque hay un sistema que nos sigue diciendo que tenemos que tener hijos, como mandato.

Después está el deseo. Pero también hay una determinada edad donde no tenés el deseo de ser madre, o no lo tenés claro, pero hay todo un universo que te dice: ¿y, para cuándo? Es como mucho. Hay momentos que te genera como cierta incompletitud. Como que hay algo que no para. Como una exigencia de que tenés que cumplir todos los pasos. ¿Para qué o para quién? No lo sé. Creo que la serie llegó en un buen momento para poder hablar de estos temas.

Los personajes de Caro y Vicky tienen una dinámica muy particular. ¿Cómo fue la preparación de ese personaje y cómo fue hacerlo junto a Griselda?

Gamboa: Ese vínculo que tienen ellas desde la infancia. Ese vínculo tan trascendental y profundo que es el vínculo entre hermanos. En el caso de ellas pareciera que Caro la materna a Vicky todo el tiempo. Pero en realidad Vicky la cuidó mucho a Caro en la infancia, que se ve en la primera temporada.

Hay un poco de ese núcleo doloroso de haberse maternado mutuamente. Entonces parece que Vicky todo el tiempo la está maternando simplemente porque es su cable a tierra. Y en la temporada 2, es interesante, no quiero spoilear, pero se sabe que mi personaje va a tener un hijo, de la vulnerabilidad de estar embarazada, de tener que traer al mundo a alguien, con todas las sensaciones encontradas, y los miedos que eso genera. Es interesante ver cómo se da vuelta la tuerca entre ellas. La hermana menor necesita de la hermana mayor, y que se necesitan mutuamente de manera muy profunda.

Eso era un poco lo que quisimos trabajar con Griselda. No es que Carolina es solo el cable a tierra de Vicky, sino que Vicky también puede llegar a ser el cable a tierra de Carolina. Como un vínculo de hermanos muy, muy profundo, muy interesante de trabajar actuando. Griselda tiene un montón de hermanos, y eso se nota. Yo tengo una hermana, entonces había algo de un lenguaje muy común cuando hablábamos de la hermandad, que nos pasa a las dos. Y además yo me llevo re bien con Griselda actuando, es una actriz que admiro, y me es fácil jugar a la pelota con Griselda, actuando. Nos queremos muchos, fue muy gracioso y muy divertido de poner en juego eso en cada escena.

Los 11 nuevos episodios de Envidiosa ya se encuentran disponibles en Netflix.