El juego del calamar: cómo era el final alternativo que lo cambiaba todo
El creador de la serie de Netflix reveló que había pensado un final muy diferente, pero finalmente se inclinó por un cierre más sombrío y realista.

El juego del calamar estuvo cerca de tener un final muy diferente
El director Hwang Dong-hyuk confesó que El juego del calamar estuvo cerca de tener un final completamente diferente. La serie de Netflix, que culmina con la muerte del protagonista Seong Gi-hun, originalmente contemplaba la supervivencia del jugador 456 y su reencuentro con su hija en Estados Unidos. Esta revelación surgió durante entrevistas posteriores al estreno de la tercera temporada, donde el creador explicó las razones detrás del cambio dramático en el guion final.
Durante el desarrollo de las temporadas finales, Hwang consideró seriamente permitir que Gi-hun escapara del ciclo mortal de los juegos. En conversaciones con Netflix, el director admitió haber evaluado un escenario donde el personaje interpretado por Lee Jung-jae lograba llegar a casa de su hija y presenciaba la expansión del juego en territorio estadounidense. Este enfoque habría satisfecho las expectativas de una porción significativa de la audiencia que esperaba un cierre menos devastador para el protagonista.
Mirá el tráiler de El juego del calamar:
La transformación del final respondió a la evolución del pensamiento creativo de Hwang mientras escribía las últimas entregas. El director explicó que su perspectiva cambió radicalmente cuando comenzó a reflexionar sobre el mensaje que quería transmitir a través de la serie. La pandemia mundial, el incremento del individualismo ante las crisis climáticas y la desesperanza de las generaciones más jóvenes influyeron decisivamente en su decisión de optar por un desenlace más sombrío y realista.
Desde la concepción original del personaje, Gi-hun no fue diseñado como un héroe convencional capaz de salvar el mundo. Hwang enfatizó que el protagonista representa al individuo común, plagado de errores y contradicciones, que intenta generar cambios desde su humanidad imperfecta. Esta caracterización se mantuvo consistente hasta el final, donde el personaje del Front Man se burla de sus intentos heroicos, subrayando la futilidad de sus esfuerzos individuales.
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La selección de los finalistas también formó parte de una estrategia deliberada. Hwang confirmó que eligió predominantemente personajes moralmente cuestionables para las etapas finales del juego, buscando crear una atmósfera de desesperanza absoluta. El objetivo era mostrar a Gi-hun como la última chispa de humanidad en un entorno completamente desprovisto de compasión, intensificando el impacto emocional de su eventual destino.
El único rayo de esperanza en el desenlace definitivo recae en la bebé, hija de Jun-hee, quien logra sobrevivir gracias a la intervención del Front Man. Tras un salto temporal de seis meses, la pequeña queda bajo el cuidado del detective Jun-ho junto con el premio millonario del juego. Hwang explicó que esta decisión surgió de su búsqueda por encontrar una figura confiable y moralmente íntegra capaz de proteger tanto a la criatura como al significado simbólico que representa para el futuro de la humanidad.