La desagradable historia detrás del nuevo documental de Netflix
El documental Fiasco total: El crucero de la caca llegó esta semana a Netflix y sorprende con su desagradable historia.
Fiasco total: El crucero de la caca llegó esta semana a Netflix
NetflixEl 10 de febrero de 2013 se registró uno de los incidentes más degradantes en la historia de los cruceros modernos, el cual ha servido de inspiración para el nuevo documental de Netflix. Un incendio dañó los cables de alimentación del Carnival Triumph, dejando a cuatro mil pasajeros varados en el Golfo de México durante casi una semana. La embarcación quedó sin energía eléctrica, lo que provocó el colapso total de los sistemas sanitarios básicos.
Netflix decidió revisar este episodio vergonzoso a través del documental Fiasco total: El crucero de la caca que forma parte de su serie sobre desastres recientes. La producción de 55 minutos incluye testimonios de tripulantes, voceros de la compañía naviera y pasajeros que sobrevivieron a la experiencia. Entre los entrevistados aparecen mujeres que celebraban una despedida de soltera y un hombre que viajaba con la familia de su futura prometida.
Mira el tráiler del documental:
El viaje había comenzado como una travesía rutinaria de cuatro días desde Galveston, Texas, hacia Cozumel, México. Los primeros días transcurrieron normalmente, con fiestas en cubierta y banquetes en los comedores principales. Sin embargo, durante el cuarto día, una alarma nocturna despertó a los huéspedes para convocar a un "equipo alfa" debido a un incendio a bordo.
La situación se deterioró rápidamente cuando se cortó el suministro eléctrico y los inodoros dejaron de funcionar. La tripulación implementó medidas de emergencia que incluían usar las duchas como baños y distribuir bolsas rojas para residuos biológicos. Los pasillos se llenaron de estas bolsas cuando los cestos se saturaron, generando un olor nauseabundo que se extendió por toda la embarcación.
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Las condiciones empeoraron dramáticamente cuando algunos pasajeros no siguieron las instrucciones sanitarias establecidas. Los pisos de la cafetería quedaron cubiertos de excrementos y orina, mientras que los baños presentaban capas de desechos humanos mezclados con papel higiénico. Sin refrigeración ni aire acondicionado, los huéspedes trasladaron sus colchones a las cubiertas exteriores para poder descansar.
Después de cuatro días a la deriva, un remolcador logró guiar la embarcación hasta Mobile, Alabama. Carnival gastó 115 millones de dólares en la rehabilitación del buque, que ahora navega bajo el nombre Carnival Sunrise. Los pasajeros afectados recibieron reembolsos completos, 500 dólares adicionales y vouchers para futuros viajes, aunque muchos juraron no volver a subirse a un crucero.