Nadie quiere esto: la verdadera historia que inspiró la exitosa serie de Netflix

La nueva temporada de la serie de Netflix se ha ubicado entre lo más visto de la plataforma de streaming y no muchos conocen la historia real que inspiró la ficción.

Nadie quiere esto se ha ubicado entre lo más visto de Netflix

Nadie quiere esto se ha ubicado entre lo más visto de Netflix

Netflix

La nueva temporada de la serie de Netflix, Nadie quiere esto, se ha ubicado entre lo más visto de la plataforma de streaming. Protagonizada por Kristen Bell y Adam Brody, la ficción retrata la inusual historia de amor entre una podcaster que habla sobre sexo y un rabino. Pero detrás de esta trama romántica hay una historia real que la vuelve aún más entrañable: la de su creadora, Erin Foster, y su esposo, Simon Tikhman.

Erin Foster, hija del reconocido productor musical David Foster y de la exmodelo Rebecca Dyer, ya tenía experiencia en televisión antes de crear esta serie. Trabajó en series como Gilmore Girls, CSI y The O.C., además de haber coescrito Barely Famous junto a su hermana Sara. En paralelo, ambas dirigen una marca de ropa llamada Favorite Daughter y conducen un popular pódcast. Pero fue su vida amorosa la que terminaría inspirando a millones de espectadores a través de Netflix.

Mirá el tráiler de la serie:

Nadie quiere esto - tráiler oficial temporada 2

La historia real comenzó en 2018, cuando Erin conoció a Simon Tikhman en un gimnasio. Él, dueño de un sello discográfico, la invitó a salir y rápidamente iniciaron una relación. Un año más tarde, se comprometieron y, en la víspera de Año Nuevo, celebraron una boda judía tradicional en Nashville. Poco después, Erin se convirtió al judaísmo, un paso que marcó profundamente su vida y que también sería clave en el desarrollo de Nadie quiere esto.

Según la propia Erin, el proceso de adaptación cultural y espiritual que vivió con Simon inspiró gran parte de la serie. Ella venía de un entorno liberal y moderno, mientras que él tenía una formación más tradicional. Esa diferencia de mundos -y la búsqueda de un equilibrio entre ambos- se refleja en la relación entre Joanne y Noah, los protagonistas de Nadie quiere esto. “Cuando empezamos, nos preguntamos cómo iba a funcionar algo tan opuesto”, confesó Erin en su pódcast.

nadie quiere esto 03
Nadie quiere esto está basada en una historia real

Nadie quiere esto está basada en una historia real

Incluso algunos detalles del guion surgieron directamente de su vida cotidiana. En un episodio de la primera temporada, Noah aparece con un ramo de girasoles para conocer a los padres de Joanne, un gesto que la incomoda. En la vida real, Simon llevó girasoles cuando conoció a la madre de Erin, lo que provocó una reacción similar. Ese tipo de anécdotas personales aportan autenticidad y cercanía a la serie, convirtiéndola en una carta de amor a su relación.

De esta manera, Erin Foster transformó su propia experiencia en una historia universal sobre el amor moderno, la fe y la vulnerabilidad. Y gracias a Netflix, esa historia real hoy emociona a miles de espectadores en todo el mundo.