Netflix borra su propia marca: ya no sabrás qué es "original" y qué no
Netflix cambió su estrategia de marca y eliminó la etiqueta "Netflix Original" de todas sus series y películas en el catálogo global.
Nuevos cambios en la plataforma de Netflix.
Durante años, Netflix fue sinónimo de comodidad: un solo lugar para encontrar lo que queríamos ver. Después vinieron sus propias producciones, el famoso logo rojo con la “N” que marcaba territorio y daba la sensación de estar frente a algo exclusivo. Pero las cosas están cambiando: la plataforma de streaming más popular del mundo acaba de eliminar la etiqueta “Netflix Original” de su catálogo.
El cambio ya comenzó a implementarse en todos los dispositivos y, según confirmó un portavoz de la compañía, la idea es “actualizar la experiencia para que el descubrimiento de contenido sea más simple y consistente”. En otras palabras, Netflix quiere que dejemos de distinguir entre lo que es suyo y lo que no.
Adiós al logo rojo de Netflix
Durante años, esa pequeña “N” roja en la esquina superior izquierda de los títulos servía como una marca de exclusividad. Era un sello de origen. Pero, según los reportes, Netflix lleva semanas eliminando esa señal visual de su interfaz, tanto en la web como en las apps, en un intento de unificar su imagen.
Esto implica reelaborar miles de piezas gráficas, portadas y metadatos en distintos idiomas. A partir de ahora, los usuarios ya no verán el clásico distintivo en cada serie o película. Solo quedará el título y el arte, sin pistas sobre si es un contenido propio o licenciado.
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Una decisión de Netflix que esconde estrategia
Más allá de lo estético, el movimiento parece tener un trasfondo más profundo. En los últimos años, la etiqueta “Netflix Original” perdió parte de su peso: hay tantas producciones propias que la distinción dejó de ser especial. Hoy, más del 60% del catálogo en Estados Unidos pertenece a Netflix. El mar de logos rojos, lejos de destacar, saturaba la interfaz.
Otros creen que la compañía quiere borrar los prejuicios que se formaron alrededor de su marca. Muchos usuarios comenzaron a desconfiar de sus originales, temiendo encontrarse con series canceladas antes de tiempo o películas mediocres. Si no se sabe cuál es cuál, tal vez se animen a darles una oportunidad sin dudar.
Netflix, sin embargo, se arriesga a perder una herramienta visual poderosa. Esa “N” era una promesa de exclusividad, una forma de reforzar identidad frente a competidores como HBO, Disney+ o Prime Video. Sin ella, el catálogo podría parecer más uniforme… y menos reconocible.
Por ahora, la compañía insiste en que el cambio busca “simplificar la experiencia”. Pero detrás de esa palabra amable, parece haber un intento por redefinir cómo nos relacionamos con su contenido. Sin etiquetas, sin jerarquías, todo parece igual; y quizás eso sea justamente lo que Netflix necesita para seguir captando miradas en un panorama cada vez más saturado.





