Netflix: dónde se filmó Mala influencia, la película que arrasa en todo el mundo
La nueva película de Netflix se ha ubicado entre lo más visto de la plataforma en gran cantidad de países. Repasamos las locaciones elegidas para su filmación.

Mala influencia es furor en Netflix
NetflixLa adaptación cinematográfica del fenómeno literario "Mala influencia" encontró en la Comunidad Valenciana el escenario perfecto para plasmar su historia de amor entre mundos opuestos. La directora Chloé Wallace escogió exclusivamente locaciones entre Valencia y Alicante para dar vida a esta producción de Netflix, apostando por espacios naturales que acentúan el contraste visual entre los protagonistas. La búsqueda de estos espacios recayó en Nacho Mérita, jefe de localizaciones, quien tradujo la visión estética de Wallace en espacios tangibles.
El contraste entre los dos protagonistas se refleja magistralmente en las locaciones seleccionadas. Para el universo privilegiado de Reese Russell, interpretada por la debutante Eléa Rochera, se eligieron mansiones lujosas y espacios visualmente impactantes con estética casi publicitaria. En contraposición, para representar el entorno de Eros Douglas, personificado por Alberto Olmo, se optó por ambientes más austeros y de tonalidades grises, marcando una clara diferencia visual entre ambos mundos que eventualmente convergen.
Mirá el tráiler de la película Mala influencia:
La Universidad Politécnica de Valencia se transformó en el exclusivo colegio donde Reese sufre acoso, compartiendo grabaciones con estudiantes reales mientras se seleccionaban cuidadosamente edificios que proyectaran la imagen de una institución elitista. Otro espacio emblemático que aparece en pantalla es el vestíbulo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, elegido por su impacto visual para recrear un restaurante de lujo. Esta localización, con su arquitectura futurista y amplias cristaleras, proporciona ese aspecto "postal" que Wallace buscaba para ciertas escenas.
Las carreteras de Serra Gelada en Benidorm sirvieron como telón de fondo para mostrar la creciente química entre los protagonistas, capturando momentos de libertad y conexión en paisajes de impresionante belleza natural. El embalse de Cortes de Pallás, con sus aguas turquesas cortadas por un puente y túnel que sirven como única entrada al pequeño pueblo valenciano, también aportó planos aéreos espectaculares que refuerzan la estética cinematográfica buscada por la directora, quien citaba la serie "Euphoria" como referencia visual.
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Aunque la mayoría de escenas se filmaron en locaciones reales, el equipo recurrió a los estudios alicantinos de la Ciudad de la Luz para situaciones específicas que requerían efectos especiales o espacios adicionales. Un ejemplo es la escena donde un restaurante se incendia, que por necesidades técnicas no podía realizarse en un espacio natural. También se construyó en plató una habitación adicional para complementar una de las casas lujosas donde se desarrolla parte de la trama.
La cinta incluye un guiño local significativo cuando la pareja protagonista visita Spook Club, una discoteca emblemática vinculada históricamente a la famosa "ruta del bakalao" valenciana. Esta decisión refleja la intención de Wallace de aprovechar al máximo las locaciones naturales, no solo como telón de fondo sino como elementos narrativos que enriquecen la experiencia cinematográfica.