El día que los creadores de Game of Thrones mintieron para poder hacer la serie

Game of Thrones se consagró como una las series más ambiciosas de la última década. La ficción de HBO no solo fue una de las producciones más costosas de los últimos tiempos, sino que conquistó a miles de fanáticos en todas partes del mundo, batiendo cualquier récord a su paso. 

Sin embargo, cuando los creadores David Benioff y D.B Weiss vendieron su idea a la señal de televisión, tuvieron que omitir algunos detalles para poder seguir adelante. 

Por aquél entonces, antes de convertirse en un fenómeno, los showrunners y los productores ejecutivos de HBO ni siquiera sospechaban que la serie se convertiría en un éxito. Especialmente porque en 2009 la señal desechó el piloto de Juego de Tronos, vaticinando que sería un fracaso. 

Sin embargó, todo éxito tiene algunas piedras en el camino. Es por eso que Benioff y Weiss decidieron mentir, asegurando que el show estaba "contenido" y la historia se enfocaba principalmente en sus personajes.  

El dúo creativo detrás de Game of Thrones sabía que los encargados de tomar decisiones no se tomarían el trabajo de leer las miles de páginas de la saga de Canción de Hielo y Fuego escrita por George R.R. Martin. "Sabíamos que nunca llegarían a la parte en que los dragones comienzan a crecer y las grandes batallas", confesó Weiss y agregó que estaban confiados en que no se enterarían hasta que fuera demasiado tarde. 

Los productores ejecutivos tenían sus recaudos de lanzarse en otra aventura épica sin rumbo. En 2005 la señal estrenó Roma, un drama histórico sobre la vida en la antigua ciudad, que no estuvo a la altura y resultó en una pérdida de 100 millones de dólares. La ficción no solo no prosperó, sino que fue cancelada antes de la emisión de su segunda temporada, sin la posibilidad de recuperar parte de lo invertido. 

Finalmente los creadores de Juego de Tronos se salieron con la suya y lograron dar vida a una de las mayores series de todos los tiempos.