Duras revelaciones de lo que ocurrirá en la segunda temporada de Luis Miguel

Duras revelaciones de lo que ocurrirá en la segunda temporada de Luis Miguel

La segunda entrega de la serie del cantante llegará el próximo 18 de abril y advierten sobre que esta parte será mucho más "oscura y compleja".

Redacción QueVer

Redacción QueVer

La segunda temporada de la serie de Luis Miguel se hizo esperar mucho, pero finalmente llegará a Netflix el próximo 18 de abril. En esta oportunidad, los episodios se estrenarán de a uno por semana. 

Diego Boneta es uno de los protagonistas de la serie y fue él quien manifestó que la historia tendrá un giro que sorprenderá a más de uno. "En la primera temporada era más una víctima y aquí ya es un adulto que trata de hacer lo mejor que puede con lo que la vida le dio", manifestó el mexicano. 

Después del suceso de 2018 que el propio actor definió como "inesperado", esta segunda temporada revelará, en dos líneas de tiempo que van de la década del ´90 a los tempranos 2000, los altibajos que "El sol de México" enfrentó dentro y fuera de los escenarios en el pico más alto de su éxito.

Diego Boneta. 

Sucede que después de una primera temporada que devela un camino a la fama de la mano de un padre violento y explotador, los siguientes ocho episodios mostrarán al personaje adulto, menos cándido y más temperamental, atravesando situaciones que podrían ser más propias de un culebrón: la búsqueda atormentada de su madre desaparecida, los entornos nocivos, las amistades oportunistas, los caprichos de la fama, la familia y la paternidad.

Y analizó: "En esta temporada hay dos líneas temporales y fue como interpretar a dos personajes. Tienes al de los ´90, más parecido al que se ve al final de la temporada 1, aunque también es diferente porque ya entra en su época de más éxito, y se da cuenta del poder que tiene, es como el Rey León. Y después para 2005 todavía el Rey León pero con cicatrices, un poco más lastimado. Crear ambos personajes, las diferencias entre ambos, fue el reto de esta temporada, mucho más grande que el de la primera porque no había día que no me tocaran escenas y muchos días me tocaba salir como ambos personajes. Tuve que tener muy claro los gestos, el cuerpo, los tics de uno y de otro. Para eso, prepararme con mi maestro Juan Carlos Corazza fue esencial para generar esa empatía con el público hasta cuando comete errores, uno dice "ah, es por tal cosa" o por su mamá o su papá. Todo viene desde el amor que no tuvo".

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