Breaking Bad: el increíble precio de la casa de Jesse Pinkman en la vida real

Breaking Bad: el increíble precio de la casa de Jesse Pinkman en la vida real

La propiedad fue una locación en la que se rodaron escenas icónicas de la serie, por lo que su valor se ha disparado.

Redacción QueVer

Pasan los años y "Breaking Bad" continúa creciendo en popularidad. Más allá del fenómeno que significó en su momento, con las emisiones televisivas, esperando cada semana por un nuevo episodio y un año para cada nueva temporada, su presencia en plataformas como Netflix no hace más que aumentar su número de fanáticos en todo el planeta.

En determinado momento de la historia, uno de sus personajes principales, Jesse Pinkman (interpretado por Aaron Paul), compra una casa en Albuquerque. Esa construcción fue parte del rodaje de algunas escenas emblemáticas y de capítulos memorables.

Aaron Paul como Jesse Pinkman en Breaking Bad.

Como locación en la que se filmaron importantes sucesos, la propiedad que supo ser el hogar de Jesse en "Breaking Bad" es uno de los puntos de peregrinación que visitan los fanáticos que viajan hacia ese pueblo de Nuevo México. Claro, porque cada vez son más las personas que se trasladan hasta ese poblado estadounidense con el fin de recorrer sitios como la casa de Walter White, la oficina de Saul Goodman o el lavadero de autos.

En la historia, la casa de la familia Pinkman se pone a la venta y Jesse trata de comprarla sin que los padres sepan la identidad real del comprador. Tiene dos pisos y 3.500 pies cuadrados, fue creada por Leon Watson y ya ha sido vendida dos veces desde 2008, la última vez según los registros fue en 2015.

La casa de Jesse Pinkman en Breaking Bad. Fuente: Fortune.

En esa zona, las propiedades tienen un valor que fluctúa entre 300.000 y un millón de dólares. Por lo que los corredores, si bien no quisieron comunicar el precio final actual, sí confirmaron que está entre las más caras de la zona. Posteriormente, según publicó la revista Fortune, se supo que el precio alcanzaba casi dos millones de dólares.

También se reveló que, con los años, el precio creció tanto que llegó a duplicar el original, algo que tiene sentido por la cantidad de fanáticos interesados que se acercan año tras año para conocer la casa y visitarla. Al parecer, los ofertantes suelen ser jóvenes adinerados que desean recrear en la casa algunas de las fiestas locas que sabía ofrecer Jesse como un anfitrión despreocupado y repleto de "amigos", así entre comillas porque la gran mayoría estaban interesados por su dinero y el producto que comercializaba.

Temas