Las 3 razones por las que Sky Rojo no consigue el éxito de La Casa de Papel
Sky Rojo no ha logrado cosechar el éxito que sí tuvo La Casa de Papel, la otra serie creada por Alex Pina que posicionó a Netflix en buena parte del mundo.
Este viernes 23 de julio llega a Netflix la segunda temporada de Sky Rojo, la serie que sigue la vida de Wendy, Coral y Gina, quienes escapan de sus proxenetas y abrió el debate sobre el retrato que se hizo de la explotación sexual y el machismo. Pese a estas interesantes aristas, el show no ha logrado cosechar el éxito que sí tuvo La Casa de Papel, la otra serie creada por Alex Pina que posicionó a la plataforma en buena parte del mundo.
El furor generado por La Casa de Papel motivó a la creación de una nueva serie desde el cerebro del español y por eso llegó Sky Rojo, aunque con resultados disímiles. La tira que protagonizan Lali Espósito, Verónica Sánchez y Yany Prado presenta algunas similitudes con la de la banda de atracadores más famosa de Netflix, pero cuenta con algunos puntos flacos que hacen que más allá de su renovación tidavía siga lejos de lograr verdadero reconocimiento.
Una de las cuestiones sin resolver por Sky Rojo y que sí tenía La Casa de Papel es la definición de la polémica buscada. En la segunda se veía a los atracadores como los buenos y a la Guardia Civil como los malos y esto trajo cola, pero en la serie que aborda el escape de tres prostitutas de unos violentos proxenetas todavía no se entiende si la polémica pretende ser lo relacionado a la prostitución.
Otro de los problemas de Sky Rojo es que pareciera no encontrar su postura en relación a lo que se quiere comunicar. No se comprende si su deseo es mostrar la prostitución como lo que es, algo malo o, simplemente, hacer una parodia sobre la misma. Este punto fue fácilmente resuelto en La Casa de Papel ya que los personajes lisa y llanamente querían, a través de un robo sin precedentes, cambiar el mundo y hacer historia.
Finalmente otro asterisco para Sky Rojo en la búsqueda del éxito que si consiguió La Casa de Papel es su ritmo demasiado frenético que no permite al espectador vislumbrar el tema tan delicado que trata. Si bien es más dinámica que la historia de los atracadores, por momentos ese dinamismo se transforma en un caos que hace perder de vista la trama.