House of the Dragon: la verdadera razón por la que Aemond no pudo controlar a Vhagar

El domingo llegó a su final la primera temporada de House of the Dragon y el último capítulo de la precuela de Game of Thrones ha dejado mucha tela para cortar.

Los fanáticos de la serie aún se encuentran en estado de shock por la desgarradora escena en la que Aemond Targaryen no puede controlar a Vhagar mientras persigue a Lucerys Velaryon con el supuesto objetivo de asustarlo.

En medio de la persecución, el pequeño dragón de Lucerys, Arrax, ataca a Vhagar y provoca la violenta reacción del enorme dragón. Aemond intenta controlar a Vhagar, pero no lo logra y el dragón termina devorando a Arrax y Lucerys de un solo bocado con sus gigantescas mandíbulas.

La razón por la que Aemond no pudo controlar a Vhagar 

Si bien Aemond reclamó a Vhagar en el episodio 7 de la serie, el gigantesco dragón no responde 100% a las órdenes de su jinete y sus reacciones pueden ser imprevisibles en medio de una persecución y al sentirse atacado.

Vhagar reacciona de la manera más devastadora posible ante el ataque de Arrax. De esta manera, Aemond aprende de la peor manera cuáles son las impresionantes capacidades destructivas que tiene su dragón.

En la serie, muerte de Lucerys termina siendo inesperada y trágica, ya que Aemond solo quería asustarlo y no matarlo. Esto queda en evidencia al ver la cara de sorpresa de Aemond tras lo ocurrido, ya que se percata que sus acciones seguramente desatarán una inevitable guerra con Rhaenyra, Daemon y todo el bando negro.

La secuencia también deja en claro que Vhagar es el dragón más grande de la serie y tiene sentido que nadie pueda controlarlo del todo. Lo ocurrido con Lucerys tendrá graves implicancias en la segunda temporada de House of the Dragon porque seguramente Rhaenyra, Daemon y el bando negro buscará vengarse por la muerte del pequeño Velaryon.

Lo que queda claro es que los dragones pueden desobedecer las órdenes de sus jinetes, lo cual tendrá mucha importancia en la guerra civil que se viene en la Danza de los Dragones. Los dragones toman sus propias decisiones y no siempre responden a las órdenes de quien los monta, tal como también se pudo ver en Game of Thrones, ya que Daenerys tampoco controlaba del todo a sus dragones.

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