NCIS cerró un capítulo de su historia con la despedida del último actor de su elenco original

Mantener una serie al aire ya es  un logro monumental, pero esperar que todo se mantenga igual a lo largo de más de 20 temporadas es sencillamente imposible. Los cambios son inevitables y, aunque muchas veces traen consigo incertidumbre, también abren puertas para la renovación. Este año, NCIS, una de las series más longevas y queridas de la televisión, ha dado un giro inesperado al despedirse de el último actor que quedaba en su elenco original.

Desde su estreno en 2003, NCIS ha cautivado al público con sus intrincados casos y dinámicas de equipo. Joe Spano, quien interpretó al inolvidable Tobias Fornell, se convirtió en una figura recurrente y esencial dentro de la narrativa, apareciendo en 58 episodios distribuidos a lo largo de las 22 temporadas. 

Tobias Fornell fue mucho más que un simple personaje recurrente en NCIS. Como agente del FBI, su relación con el equipo de investigación naval estuvo marcada por una mezcla de profesionalismo y camaradería, destacando especialmente su vínculo con Leroy Jethro Gibbs. Fornell aportaba un equilibrio entre el rigor de su trabajo y momentos de humor irónico que lo convirtieron en uno personaje muy querido. Su evolución dentro de la serie, desde un colaborador ocasional hasta un amigo incondicional del equipo, consolidó su importancia como un pilar narrativo que conectaba diferentes arcos argumentales a lo largo de las temporadas.

La temporada 22 marcó el fin de esta etapa. En el episodio Sticks & Stones, Fornell hizo su última aparición, insinuando que su presencia en la serie ya no es esencial. Desde que dejó oficialmente el FBI, su participación se había vuelto esporádica, limitándose a intervenciones clave cuando el equipo requería su experiencia. Su despedida no solo simboliza la partida de un personaje querido, sino también la ruptura del último vínculo directo con las raíces de la serie.

La salida de Fornell trae consigo la incorporación de Todd Sweeney, interpretado por Erik Passoja, como nuevo enlace entre el FBI y el equipo de NCIS. A diferencia de Fornell, cuya relación con el equipo se basaba en años de amistad y confianza, Sweeney trae un enfoque más institucional y distante. Este cambio no solo altera la dinámica del grupo, sino que también introduce un aire fresco a la narrativa, obligando a los personajes a adaptarse a esta nueva figura.

Aunque la partida de Fornell parece definitiva, los productores han dejado la puerta entreabierta para su posible regreso. Cualquier aparición futura, sin embargo, deberá estar justificada dentro de la trama, especialmente con Sweeney ocupando ahora un papel fijo. El adiós de Fornell marca el fin de una era en NCIS, pero también abre la posibilidad de explorar nuevas historias y personajes que sigan cautivando a una audiencia fiel después de más de dos décadas.