Ninguna telenovela logró el éxito de esta historia brasileña inolvidable que ahora puedes ver en streaming
Una historia que desató pasiones, rompió fronteras y transformó para siempre el mundo de las telenovelas. La segunda mejor de todos los tiempos, no puedes dejar de verla.
La telenovela es un formato único en la televisión. Es ese compañero infaltable en largas tardes de sobremesa, ese drama que, con sus amores imposibles y traiciones al filo, te atrapa hasta el último episodio. Hay algo en las telenovelas que las vuelve irresistibles: te envuelven en sus historias, te hacen cómplice de sus secretos y te atrapan con personajes que quedan para siempre en la memoria. Hay muchos ejemplos de esto pero hay una historia en particular, surgida en Brasil hace más de una década, que rompió todos los esquemas: Avenida Brasil.
Estrenada en 2012, fue creada por João Emanuel Carneiro y contó con la dirección de Amora Mautner y José Luiz Villamarim. Pocas producciones han logrado el nivel de obsesión que causó Avenida Brasil, una historia que se estrenó en 2012 y, más de diez años después, sigue siendo un fenómeno incomparable. Porque hay telenovelas famosas, y luego está Avenida Brasil. Doce años después aún puedes descubrirla pues está disponible en la plataforma de Amazon Prime Video.
Mirá el tráiler de Avenida Brasil:
La historia gira en torno a Nina , una joven que busca vengarse de su madrastra Carminha después de haber sufrido un oscuro y doloroso pasado. Cuando era niña, Nina (entonces llamada Rita) fue traicionada y abandonada en un vertedero de basura por Carminha y su amante, Max. Este acto despiadado marca el comienzo de una vida difícil para Rita, quien eventualmente es adoptada y llevada a Argentina, donde crece bajo el nombre de Nina. Ya adulta, regresa a Brasil con una sola misión: destruir a Carminha y hacerla pagar por todo el sufrimiento que le causó.
Su trama ofreció un enfoque audaz y fresco sobre el clásico tema del enfrentamiento entre heroína y villana. El personaje de Carminha es considerado como uno de los grandes villanos de la televisión brasileña y su compleja personalidad, que mezcla crueldad con momentos de vulnerabilidad, hizo que la audiencia la amara y odiara al mismo tiempo. La interpretación de Adriana Esteves fue tan impactante que recibió numerosos elogios y premios por su actuación. La química entre Carminha y Nina, así como la tensión de su relación de enemistad, mantuvo al público en vilo hasta el último capítulo.
Por otro lado, Débora Falabella, en el rol de Nina, creó un personaje lleno de matices, una protagonista frágil y feroz al mismo tiempo, que conectó profundamente con el público. Otros actores como Murilo Benício, Cauã Reymond y Marcello Novaes completaron el cuadro creando un elenco magistral que formaban a un grupo de roles que incluían personas de las clases más altas de Brasil hasta las más bajas. Personajes que habitaban grandes mansiones hasta otros cuyo hogar estaba en basureros.
Avenida Brasil redefinió las expectativas de las telenovelas. Con su tono más realista, abordó temas sociales como la corrupción, las diferencias de clase y la resiliencia ante la adversidad. Lo que parecía ser una historia de venganza se transformó en una exploración de las contradicciones de la naturaleza humana y de las luchas de poder y clase en la sociedad brasileña, envolviendo al espectador en un conflicto tan tenso como emotivo.
El éxito de Avenida Brasil no se limitó a Brasil; la historia de Nina y Carminha cruzó fronteras y fue transmitida en más de 130 países, llegando a audiencias en América Latina, Europa, África e incluso Asia. El final de la telenovela fue un evento que paralizó ciudades enteras, donde multitudes se reunieron para ver el desenlace. Este impacto global es un logro sin precedentes en el mundo de las telenovelas, ya que pocas veces una producción televisiva de este género logró resonar de forma tan universal.
Avenida Brasil cambió el juego para las telenovelas, mostrando que pueden ser mucho más que un entretenimiento pasajero. Es la segunda novela más exitosa de todos los tiempos, después de la colombiana Yo soy Betty, la fea.