Esta exitosa serie policial tiene a un criminal de protagonista y es un clásico de la televisión que no puedes perderte

Durante décadas, las series policiales han sido una constante en la programación televisiva que supieron engancharnos con emocionantes tramas de investigaciones y agentes de la ley. Por años el género ha evolucionado y encontrado formas únicas de mantenernos pegados a la pantalla. 

Entre los últimos años de la década del 2000 y los primeros de 2010 surgieron muchas series que ganaron grandes grupos de fans que no se perdían ni un solo episodio. Uno de esos programas es White Collar, una serie que, aunque sigue los pasos de otras historias de crimen, presenta una frescura y sofisticación que la han convertido en una joya del entretenimiento. Te invitamos a descubrirla en la plataforma de Disney+. 

Mirá el trailer de la serie acá:

White Collar nos invita a un mundo donde los crímenes de alto perfil, como los fraudes y el robo de arte, se resuelven no solo con el esfuerzo de los agentes de la ley, sino con la ayuda de un brillante estafador. La serie gira en torno a Neal Caffrey, un talentoso y carismático falsificador de arte, ladrón y estafador que, tras años de estar en la lista de los más buscados, es finalmente capturado por el agente del FBI Peter Burke. Después de escapar de prisión en un intento desesperado por recuperar a su novia desaparecida, Neal es capturado nuevamente. 

Ante esta situación, Burke le ofrece un trato: si ayuda al FBI a resolver casos complejos relacionados con delitos de cuello blanco (crímenes no violentos que suelen ser cometidos por profesionales del mundo empresarial o gubernamental con el fin de obtener beneficios económicos), podrá evitar regresar a prisión. Así, comienza una relación inusual en la que Neal, usando una tobillera electrónica, se convierte en asesor del FBI, trabajando bajo la supervisión de Peter. A lo largo de la serie, Caffrey usa sus habilidades de falsificación y su astucia para resolver casos de fraudes, robos de arte y estafas, mientras Peter intenta mantenerlo alejado de su pasado criminal.

Aunque Peter no confía completamente en Neal, ambos desarrollan un respeto mutuo y una relación que no podemos dejar de ver. Uno de los mayores atractivos de White Collar es justamente la dinámica entre estos dos personajes principales interpretados por Matt Bomer y Tim DeKay. El vínculo entre ellos está lleno de tensión, pero también de respeto y amistad. Mientras que Peter representa la rectitud y los principios inquebrantables de un agente del FBI, Neal es un personaje encantador y sofisticado que, a pesar de su vida delictiva, posee una brújula moral ambigua. 

A lo largo de sus seis temporadas, White Collar mantiene un equilibrio entre episodios autoconclusivos y una trama de fondo que acompaña el desarrollo de los personajes y la complejidad de sus relaciones. Este equilibrio permite que podamos disfrutar de cualquier episodio sin perdernos, pero también premia a los que siguen toda la historia con giros sorprendentes y desarrollos profundos.

Hablamos de una serie que se destaca por su tono ligero, a pesar de abordar temas de crimen. En lugar de caer en la oscuridad que suelen tener otras series policiacas, se centra en el ingenio y el humor, presentando a Neal como un "ladrón caballero" que no solo resuelve casos, sino que aporta encanto a cada situación. Algunos han descrito a esta serie como una mezcla de The Mentalist con Suits.

El arte, la cultura y el mundo del crimen de élite son constantes en la narrativa, lo que otorga a la serie una estética refinada y un ritmo dinámico. Esta historia está ubicada en la ciudad de Nueva York, escenario ideal de elegancia y estilo que encaja perfectamente con los temas de fraude y robo de alto nivel. 

A pesar de haber finalizado en 2014, White Collar sigue siendo una serie recomendada para los amantes del crimen y el misterio. Jeff Eastin, creador de la serie, confirmó una gran noticia para los fans y es que la historia de Neal y Peter aún no termina ya que se está preparando un nuevo reboot con el elenco original.