Los creadores de Juego de Tronos confesaron cuáles fueron sus muertes favoritas en la serie

Juego de Tronos terminó hace cinco años y aunque su última y octava temporada dejó un amargo sabor de boca a una gran cantidad de fans, la serie y todo lo que ocurrió en ella antes de esto sigue ocupando un gran espacio de aquellos que supieron emocionarse con la lucha de poder en las tierras de Poniente. 

La serie alcanzó un éxito fenomenal gracias a su narrativa compleja basada en la saga de novelas de George R.R. Martin, que ofrecía múltiples personajes con motivaciones intrigantes y giros impredecibles. Una de las características que más se destacaron fue por su habilidad para combinar política, intriga y acción de manera única, manteniendo a los espectadores en vilo a través de alianzas cambiantes y batallas épicas. Y claro que no podemos dejar de lado el recurso del “shock value” donde no tuvo reparos en matar a personajes principales de manera inesperada generando un sentido de imprevisibilidad. Nadie estaba a salvo y cualquier cosa podía suceder.

En ese sentido, los creadores del show, DB Weiss y David Benioff , compartieron sus ideas sobre algunas de las escenas de muerte más memorables que marcaron las ocho temporadas del programa. Durante una aparición reciente en el podcast Happy Sad Confused para promocionar su nueva serie de Netflix, El problema de los 3 cuerpos , revelaron que sus escenas de fallecimiento favoritas se relacionan con la habilidad de impartir justicia en un mundo a menudo caracterizado por la ambigüedad moral.

Cabe aclarar que a continuación habrán SPOILERS de la serie.

Para Weiss, dos de sus muertes favoritas fueron de hecho las de muchos fans porque se trata de dos personajes para nada queridos en la serie: Joffrey Baratheon, interpretado por Jack Gleeson, y Ramsay Bolton, interpretado por Iwan Rheon.

La muerte del primero fue un punto clave en la serie: se dio en el segundo capítulo de la cuarta temporada en el momento donde su madre finalmente lo había colocado desencadenó una cadena de eventos que fracturaron aún más a la familia Lannister. Además, la confesión de la mente detrás del asesinato, Lady Olenna Tyrell (Diana Rigg), se convirtió en una de las escenas más memoradas de la serie. 

"Con [Games of] Thrones, hubo muchos asesinatos de chicos buenos y finalmente pudimos matar tanto a Joffrey en la temporada 4 como a Ramsay Bolton en la temporada 6", mencionaron los creadores. "Fue divertido volver a las viejas alegrías de simplemente matar a un tipo realmente malo... Se sentía como si estuviera equilibrando un poco la balanza".

En cuanto a Ramsay Bolton, uno de los villanos más perversos de la serie, mencionaron: "Para mí, al final de 'La batalla de los Bastardos', cuando Sophie [quién interpreta a Sansa Stark] ataca al Bastardo con sus perros, ella no se aleja. Realmente no ves la muerte. Ves algo de ella en el fondo, pero realmente no ves la muerte, pero lo que sí ves es la sonrisa de Sansa".

El deceso de Ramsay podría considerarse de "justicia poética" pues es devorado por sus propios perros hambrientos, un destino puesto en marcha por la muchacha de pelo rojo. Este tipo de escenas mostraron la voluntad del programa de subvertir las expectativas.

El impacto emocional (en este caso de satisfacción) provocado por estas secuencias de fallecimiento no solo evidencia el talento narrativo de Weiss y Benioff en la mayor parte de la serie, sino también la manera en que Juego de Tronos ha transformado la televisión. En un entorno donde los protagonistas suelen parecer intocables, la serie desafió estas normas, sorprendiendo constantemente a la audiencia y manteniéndola en vilo hasta el desenlace.

Puedes ver Juego de Tronos y su precuela La Casa del Dragón en Max y la segunda temporada de esta última estrenará el 16 de junio por la plataforma.