Final de temporada de House of the Dragon: la decepción de los fans y el momento que opacó el desenlace

Final de temporada de House of the Dragon: la decepción de los fans y el momento que opacó el desenlace

El último episodio de House of the Dragon dejó escenas memorables, pero se vio empañado por un elemento innecesario.

Magela Muzio

Magela Muzio

La segunda temporada de House of the Dragon llegó a su fin con un episodio cargado de emociones y revelaciones. Si bien algunos momentos alcanzaron niveles de excelencia, otros dejaron una sensación agridulce. 

La segunda entrega del show prometía una gran batalla por el control de Westeros, acción en múltiples frentes, dragones danzando por los cielos y escupiendo fuego a su paso. Sin embargo, todo parece indicar que todo eso lo veremos en la tercera temporada, ya que el capítulo final concluyó antes que pudiéramos ver el verdadero comienzo de la batalla. Y lo cierto es que esa sensación agridulce, se amarga aún más cuando pensamos que tendremos que esperar al menos dos años para la llegada de la temporada 3. 

Lo que valió la pena

Rhaenyra y Alicent se reencontraron en el final de temporada. Foto: HBO

Indudablemente, el final de temporada tuvo grandes momentos y otros que no estuvieron a la altura de las circunstancias. Los encuentros entre Rhaenyra Targaryen, Daemon Targaryen y Alicent Hightower fueron los puntos más destacados del episodio final. Las interpretaciones de Emma D’Arcy en el papel principal, junto a las de Matt Smith y Olivia Cooke, no solo elevaron el dramatismo de sus respectivos personajes, sino que contribuyeron al avance de sus respectivas historias. 

El reencuentro entre Rhaenyra y Daemon en Harrenhal fue de lo mejor del episodio, pero además es un momento clave en el que él vuelve a jurar su lealtad hacia ella, aceptándola como heredera al Trono de Hierro. Los minutos finales del capítulo cerró con un nuevo encuentro entre Rhaenyra y Alicent, esta vez con sus roles invertidos. Si bien hay cierto anhelo de una amistad que alguna vez fue, el amor se ha convertido en odio y recelo. 

El momento que opacó el final

Uno de los elementos que opacó al episodio final fueron las conexiones con Game of Thrones. Las visiones proféticas de Daemon, aunque impactantes, resultaron ser un arma de doble filo. La aparición del Cuervo de Tres Ojos y el White Walker, junto a la referencia de Daenerys Targaryen (Emilia Clarke), resultó un tanto forzada, quitándole fuerza al desarrollo orgánico de la historia. Si bien es comprensible el deseo de conectar los puntos entre ambas sagas, hacerlo de forma tan explícita resta originalidad al relato.

Aunque este momento agradó a la mayoría de los fanáticos, ya que parece confirmar que Daenerys era la princesa prometida de la profecía que Viserys había contado a Rhaenyra, fue algo por demás forzado. Sí, es cierto que la visión conecta el arco narrativo de Daemon con el destino de Westeros, pero es una prueba más de la peligrosa tendencia de las precuelas de establecer vínculos excesivos con la trama principal.

House of the Dragon tiene potencial para construir su propio universo sin depender constantemente de las sombras de su predecesora. El episodio final demostró que la serie es capaz de crear momentos inolvidables por sí sola, sin necesidad de recurrir a estos artificios narrativos.

Daenerys Targaryen hizo su aparición en una de las visiones de Daemon. Foto: HBO 

En definitiva, el cierre de la segunda temporada dejó una sensación ambigua. Si bien los conflictos internos y las actuaciones principales resultaron magníficas, el exceso de referencias al futuro empañó el episodio, resultando en algo innecesario. Esperemos que la tercera temporada encuentre un equilibrio más adecuado entre la construcción de su propio mundo y los guiños al universo más amplio de Game of Thrones.

La reacción de los fanáticos sobre el final de House of the Dragon

 

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