La miniserie alemana para aquellos perdidos en la vida que es ideal para ver esta semana
Una comedia caótica y honesta sobre el desastre que es la vida adulta. ¡No te pierdas esta gran historia alemana!
Hay momentos en la vida en los que todo es un desastre. No importa de dónde vengas, qué hagas o qué tan organizado creas ser, hay edades en las que simplemente nada encaja. Te sientes fuera de lugar, perdido, como si el mundo avanzara con un plan mientras tú improvisas sobre la marcha. Lo más loco es que, aunque todos pasamos por esto, solemos creer que estamos solos en el caos. Pero no lo estamos. Y si necesitas una prueba, Oh Hell! está aquí para recordártelo.
Esta fantástica serie alemana, disponible en Max, sigue a Helene, aunque todos la llaman "Hell" (y su vida hace honor al apodo). Tiene 24 años, cero estabilidad y una habilidad casi mágica para tomar malas decisiones. La vida de Hell dista mucho de ser perfecta; de hecho, es todo lo contrario al mundo ideal que se muestra en las redes sociales. Sin embargo, cuando conoce a Oskar, un profesor de violonchelo, se le presenta la oportunidad de vivir la vida que siempre había imaginado.

No es la típica protagonista que persigue el éxito con determinación; más bien, la vida le va pasando por encima mientras ella trata de encontrar su lugar. Y aunque eso suene trágico, Oh Hell! lo convierte en una comedia maravillosa, porque al final, ¿qué otra opción nos queda sino reírnos de nuestros propios desastres?
Lo que hace que esta serie brille no es solo su humor, sino su honestidad. No trata de venderte la idea de que "todo pasa por algo" ni que la vida siempre tiene sentido. En cambio, muestra esos momentos incómodos, las pequeñas derrotas diarias, las relaciones complicadas con amigos, familia y, sobre todo, con uno mismo. Y lo hace con una frescura que te hace sentir que estás viendo a una amiga en su peor —y más divertido— momento.

Mala Emde, quien da vida a Hell, es simplemente perfecta en su papel. Su actuación es natural, caótica y llena de carisma. A su lado, el elenco suma personajes entrañables y situaciones que van de lo absurdo a lo profundamente conmovedor en cuestión de segundos.
La serie también tiene su encanto. Juega con un ritmo narrativo ágil que hace que los episodios se sientan como pequeñas explosiones de vida. Son cortos, intensos y llenos de situaciones que se quedan contigo después de verlos, porque, en el fondo, Oh Hell! no es solo sobre Hell. Es sobre todos nosotros, sobre esas etapas en las que sentimos que estamos a la deriva.
Así que, si alguna vez has sentido que no tienes idea de qué estás haciendo con tu vida (spoiler: todos lo hemos sentido), dale una oportunidad a Oh Hell! en Max. Es divertida, es real y, sobre todo, te hará recordar que, aunque el caos sea inevitable, siempre saldremos de él.