La increíble historia de Aron Ralston, el montañero que inspiró la película 127 horas

El 5 de noviembre de 2010 llegó a los cines 127 Horas, una película que jugó con los géneros del drama y del suspenso. Detrás de ella se encontraba Danny Boyle, quien se encargó de dirigirla y de escribir el guion junto a Simon Beaufoy.

La producción llamó la atención por dos motivos: James Franco, quien se colocó en el rol protagónico y nos regaló una actuación desgarradora. Y por su trama, la cual nos presenta la vida de Aron Ralston y el accidente que sufrió mientras realizaba una excursión en las montañas.

La historia detrás de 127 Horas, la película de James Franco

En el año 2002, Aron Ralston decidió enfocarse por completo en el mundo del montañismo. De esta manera, el viernes 25 de abril de 2003 preparó su equipo de escalada para pasar un fin de semana en el Parque Nacional Tierra de Cañones, el cual está ubicado en Utah. Antes de dirigirse al lugar, no le avisó a ningún familiar de su viaje ni tampoco llevó consigo un equipo de comunicación.

El sábado 26 de abril comenzó su recorriendo hacia el cañón Blue John. Luego de recorrer sus estrechas paredes, se apoyó en una piedra gigante sin saber que iba a ocurrir lo peor: la piedra se venció y al caer quedó atorada en las paredes del cañón, presionando el antebrazo derecho del muchacho.

Aunque intentó ejercer fuerza para empujar la piedra, no tuvo nada de éxito. Una de las alternativas para salir del lugar era quitarle peso, por eso tomó una herramienta multiusos barata y comenzó a raspar la piedra. Durante la noche, utilizó un arnés como columpio para poder sostener su cuerpo y no ser vencido por la gravedad.

Durante el domingo 27, Aron Ralston comienza a considerar la idea de cortarse el brazo. Sin embargo, termina desistiendo. Al igual que en la película 127 horas, toma su cámara para filmar un video donde cuenta su situación. Al mismo tiempo, también comienza a sufrir las primeras alucinaciones.

El lunes 28 comienza a sufrir alucinaciones más fuertes, el martes 29 se queda sin provisiones de agua y el delirio aumenta cada vez más. Entonces decide cortar su brazo; pero al ver que el hueso era difícil de cortar, termina abortando el plan. Durante el miércoles 30 de abril, el montañista se da por vencido y filma su video de despedida.

Pero, luego de tener un sueño que siente como una premonición, Aron toma la decisión de amputarse el brazo. De esta manera, utiliza un cuchillo y con la fuerza de su cuerpo logra romperlo. Así, el jueves 1 de mayo finalmente se libera de la piedra que le obstruía el paso.

Al salir del cañón, recorrió 12 kilómetros en busca de ayuda. En su camino se encuentra con los Meijer, una familia que avisa a las autoridades. A continuación, es rescatado por un helicóptero y llevado al hospital más cercano. Logró sobrevivir 127 horas atado a una piedra de más de 300 kilogramos de peso.

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