Bradley Cooper explicó por qué Paul Thomas Anderson lo salvó de dejar la actuación

Bradley Cooper es uno de los actores más talentosos de los últimos años. El intérprete de 57 años no solo ha demostrado su gran habilidad actoral delante de cámara, sino su capacidad de crear detrás de cámaras.

En plena temporada de premiaciones, Cooper tiene dos largometrajes que lo hacen brillar en la pantalla. Uno de ellos es Nightmare Alley (El callejón de las almas perdidas), el aclamado thriller psicológico dirigido por Guillermo del Toro que acaba de llegar a las salas de cine del mundo. El otro título es Licorice Pizza, la celebrada "coming of age" del director Paul Thomas Anderson.

No cabe duda que el actor ha tenido una magnífica carrera. No solo ha trabajado con grandes actores, sino con los mejores cineastas. Y es precisamente su más reciente colaboración con Anderson lo que lo salvó de tomar una decisión determinante.

"La razón por la que no dejé de actuar es Paul Thomas Anderson", dice el actor, que participó del ciclo Actors on Actors del sitio Variety, en donde mantuvo una charla con el ganador del Oscar, Mahershala Ali.

Aunque su amor por el cine se encuentra intacto, Cooper explica que en los últimos años todo lo que ha querido hacer es escribir y dirigir. Luego del éxito de A Star is Born (Nace una estrella), ha estado trabajando sin descanso en su próximo largometraje, Maestro, una biopic enfocada en la vida del compositor Leonard Bernstein.

Cuando le llegó la oportunidad de trabajar con Guillermo del Toro, Cooper no lo dudó ni un segundo. El actor admite que se trató principalmente de una cuestión de ego, ya que sentía la necesidad de poder pertenecer a ese grupo selecto de actores con los que los grandes cineastas quieren trabajar, sin necesidad de una audición.

Meterse en la piel de Stanton Carlisle para Nightmare Alley no fue tarea fácil por la oscuridad que emana el personaje. Después de ese proyecto, Cooper pensó en dejar la actuación, hasta que Paul Thomas Anderson lo convocó para su nuevo filme. Bradley no lo dudó un segundo e inmediatamente dijo que sí, sin saber demasiado de qué se trataba la película ni el personaje.

"No hay forma que no lo haga. Jon Peters fue el comienzo de la película, así que comencé con todos los demás, lo cual fue maravilloso, en lugar de entrar cuando todos ya estaban río abajo. Pasé tres semanas y media con Paul. Vi todas las pruebas de cámara. Me estaba enseñando todo sobre lentes, cosas que nunca supe. Él es increíble", dijo Cooper.

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