Así se preparó Andrew Garfield para su papel en Tick tick… BOOM

Así se preparó Andrew Garfield para su papel en Tick tick… BOOM

El actor se puso en la piel de Jon Larson y se tomó muy en serio la interpretación de este icónico personaje

Redacción QueVer

Tick tick… Boom es el musical de Lin-Manuel Miranda, estrenado en noviembre en la plataforma Netflix. En este film, vemos a Jon Larson, un aspirante a compositor de teatro que se encuentra próximo a cumplir 30 años y sufre una crisis por no sentir que sus sueños se cumplen. Basada en una historia real, Andrew Garfield fue el elegido para ponerse en la piel de Larson. 

Bien sabemos que el actor estadounidense de 38 años no es ningún novato en el rubro, ya que ha participado en diversas películas, programas de TV y hasta en obras de teatro por más de 15 años. Su debut en cine se dió en 2007 en la película  Leones por Corderos, de Robert Redford (Quiz Show, Ordinary People), donde se dió el gusto de actuar con estrellas como Meryl Streep, Tom Cruise y el mismo Redford. 

Andrew Garfield, uno de los actores más destacados de su generación

A pesar de la innegable trayectoria para su corta  edad, y del talento que había demostrado hasta el  momento, este musical suponía un nuevo reto para el actor ya que no había participado en este género anteriormente. 

Tal es así que él mismo contó que el director de la  película le consultó a un amigo en común, Greg Miele, si Andrew sabía cantar, ya que lo tenía en mente para la película, y Greg respondió que sí sin saber si eso era cierto, solo para que no dejara de tener en cuenta a Garfield. Lo cierto es que Andrew aprovechó el tiempo que tomó en comenzar el rodaje  para practicar canto durante un año e incluso tomó algunas lecciones de piano, para lograr el papel tan sólido que vemos en la pantalla. 

Garfield demostró haber preparado bien el personaje

Lin-Manuela Miranda, quien debutó en el rol de director con este film, declaró que se hizo fácil trabajar con un actor con el compromiso de Andrew, mientras que este le devolvió el halago declarando que logró una atmósfera de comunidad en el rodaje mucho más propia del teatro que del cine. Evidentemente hubo una gran química que logró  plasmarse en el resultado de la ficción.  

Además, Garfield sufrió, durante el rodaje de la película, la pérdida  de su madre. Y, tal como declaró, utilizó ese dolor por el fallecimiento de alguien cercano como vehículo para honrar la vida de alguien como Jonatan Larson, intentando asimilar la tragedia propia con la que sucedía en la ficción.

Esta preparación técnica, física y mental llevaron al actor a lograr uno de sus mejores papeles, justo en la piel de un ícono de Broadway, en un musical que está a la altura. No sería extraño que se lleve algún galardón de la temporada de premios que se avecina, ya que es candidato a mejor actor en los Globo de Oro y suena como posible nominado a los Premios Oscar. 

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