Cinco películas, que no son Star Wars, para recordar a Carrie Fisher

El 27 de diciembre de 2016, mientras dormía durante un vuelo de Londres a Los Ángeles, Carrie Fisher sufrió un infarto masivo como consecuencia de una apnea de sueño. La popular actriz tenía 60 años y se encontraba en pleno rodaje y promoción de las últimas tres cintas de la franquicia de Star Wars donde había regresado para dar vida a la princesa Leia.

A seis años de su fallecimiento, te proponemos recordarla con cinco películas, que no son Star Wars, pero que valen la pena ser vistas.

Shampoo (1975)

Cinta que marca el debut cinematográfico de Carrie Fisher y que es protagonizada por Warren Beatty y Julie Christie.

La historia se centra en George, un atractivo peluquero de Los Ángeles cuyo sueño de montar su propia peluquería en Beverly Hills. Ambientada en 1968, el film retrata de manera magistral la atmósfera política de la época y el gobierno de Richard Nixon desde su asunción al poder hasta su dimisión tras el caso Watergate.

The Blues Brothers (1980)

Tras pasar años en la cárcel por robo a mano armada, Jake Blues (John Belushi) es puesto en libertad por buen comportamiento. Sale de prisión vestido de la misma forma en la que entró: traje y sombrero negro y gafas oscuras. Vestido de idéntica manera, lo espera en la puerta de la prisión su hermano Elwood (Dan Aykroyd), que lo informa de que el orfanato de Santa Elena, el único hogar que conocieron, corre el peligro de desaparecer por razones económicas. Sin dudarlo ni un momento los hermanos se ponen manos a la obra.

Considerada una de las mejores comedias de los 80, la película cuenta con un reparto estelar y las canciones más emblemáticas de la época. Entre las figuras que participaron se encontraba Carrie Fisher, quien interpreta una breve pero recordada escena en la cinta en la piel de Mistery Woman, una mujer que quiere matar a los protagonistas, pero luego caía rendida a los pies de Jake Blues.

Hannah y sus hermanas (1986)

Clásico de Woody Allen que cuenta la historia de tres hermanas de caracteres muy diferentes, hijas de un matrimonio de actores, mantienen entre sí una estrecha relación. La mayor, Hannah (Mia Farrow), la que tiene un carácter más fuerte, está casada con un rico empresario y su vida parece equilibrada, perfecta. Actriz de éxito, esposa y madre ejemplar, se ha convertido en el centro de gravedad de toda la familia. Holly (Dianne Wiest), la segunda, sensible e inestable, sueña con ser actriz. Lee (Barbara Hershey), la pequeña, es una ex-alcohólica que vive en una buhardilla del Soho con un pintor minimalista mucho mayor que ella. Mucho menos afortunadas que Hannah, las hermanas suelen recurrir a ella cuando necesitan consejo o tienen problemas económicos. Pero esta situación comienza a tambalearse cuando Elliot, el marido de Hannah, se enamora de una de las hermanas de su mujer.

Fisher interpreta aquí a April, una amiga de Holly (Wiest) que termina devenida en rival. 

Cuando Harry conoció a Sally (1989)

Harry Burns (Billy Crystal) y Sally Albright (Meg Ryan) son dos estudiantes universitarios que se conocen por casualidad, cuando ella se ofrece a llevar Harry en su coche. Durante el viaje hablan sobre la amistad entre personas de diferente sexo y sus opiniones son absolutamente divergentes: mientras que Harry está convencido de que la amistad entre un hombre y una mujer es imposible, Sally cree lo contrario. A pesar de ello, pasan los años y su relación continúa.

Carrie Fisher da vida aquí a Marie, mejor amiga y confidente de Sally, uno de los roles más completos y divertidos de la película y con el que la actriz demostró que podía ser mucho más que solo la princesa Leia.

Austin Powers: Misterioso agente internacional (1997)

Primera aventura de Austin Powers (Mike Myers), un peculiar y atractivo espía de los años sesenta, cuyo principal enemigo es el doctor Maligno (interpretado también por Myers). Tras ser ambos sometidos a un proceso de congelación, se despiertan treinta años después en una sociedad completamente distinta a la que conocían. Sin embargo, ellos siguen siendo los mismos.

En la cinta, Carrie da vida a una terapeuta que dirige una sesión grupal con la esperanza de ayudar a padres e hijos a reconectarse entre sí.

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