La película subida de tono en Netflix que no puedes dejar de ver

Sabemos que las formas en el cine no tienen nada definido. Que los límites establecidos operan para el cine más mainstream (que igual tampoco es tan rígido) y que fuera de ello coexisten una multiplicidad de estilos que sorprenden película tras película. 

Esta introducción es necesaria cuando se habla de Che Sandoval, el director chileno responsable de la película Dry Martina. No es que se trate de una suerte de película experimental o cine arte, sino que este joven realizador ha construido un estilo bastante particular, que introduce ciertas modificaciones al cine narrativo clásico para ofrecer historias tan particulares como interesantes. 

En este caso, Dry Martina narra la historia de Martina, una mujer cantante y famosa en Argentina, pero que pierde su capacidad de cantar y de excitarse tras su última ruptura amorosa. Sin embargo, la llegada de una supuesta hermana perdida y su novio pueden llegar a cambiar todo. 

Martina es un personaje decidido, sin tapujos, aunque anda algo perdida. Su desvarío choca con su frontalidad, es un personaje que, como nos tiene acostumbrado Sandoval, no termina nunca de resultar empático. Sin embargo allí está ella, como consciente de su condición de antihéroe y orgullosa de ello. 

Estas características del personaje sostienen la película, la imprevisibilidad de la misma hacen que difícilmente uno pueda prever sus próximos pasos. Es acaso el punto más alto de este film que quizás por momentos repita alguna de sus propias fórmulas, pero que se sostiene a fuerza de su particular estilo.

El reparto lo componen Antonella Costa en la piel de Martina, en una sutil y precisa interpretación; Patricio Contreras, Dindi Jane y Pedro Campos. 

Che Sandoval retoma una vez más sus personajes deambulantes, nos comparte su búsqueda y nos hace a nosotros también formar parte de ella. Con sus defectos, nos cuestiona también a nosotros, pone al descubierto nuestras convenciones y eso incomoda. Desde su debut con Te creís la más linda (pero erís la más puta) y su siguiente film, Soy mucho mejor que voh, este director chileno demuestra que sus películas buscarán incomodar siempre (o eso creemos), pero que encontrarán en sus diálogos una riqueza narrativa que no es fácil de lograr. 

Dry Martina se encuentra disponible en el catálogo de Netflix y es una de esas películas que no puedes dejar de ver. 

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