3 parejas del cine que no se podían ni ver fuera del set

La actuación es una profesión donde muchas veces hay que interpretar a alguien que está pasando por cosas muy distintas a las propias. Reír aunque estés triste, llorar aunque estés feliz y, en el peor de los casos, amar a alguien que en realidad no puede ni ver.

Es obvio que la mayoría de las parejas en el cine casi nunca representan parejas en la vida real. Más allá de algunos casos puntuales como Nicole Kidman y Tom Cruise, siendo contratados como pareja por Stanley Kubrick, o Andrew Garfield y Emma Stone, que se enamoraron durante el rodaje de El sorprendente Hombre Araña, muchas veces los profesionales dejan el cariño sólo para la cámara. 

Sin embargo, hay casos donde no sólo no se aman, sino que cuando la cámara deja de grabar, ni siquiera pueden verse. Ya sea por las intensas jornadas de rodaje o por alguna situación del pasado, grandes parejas de las ficciones fueron interpretadas por actores que se odiaban. Aquí, repasaremos tres icónicos ejemplos. 

Tony Curtis y Marylin Monroe

Mientras compartían el rodaje de una Eva y dos Adanes, tuvieron un amorío, mientras ambos estaban casados. Pero lo cierto es que ambos tuvieron una pésima relación. Tony llegó a decir que besar a Monroe “Fue como besar a Hitler”.

Nick Nolte y Julia Roberts

La pareja primero se cruzó en el set en 1994 durante la filmación de I Love Trouble. Casi como una premonición, los actores no pudieron llevarse jamás. Julia Roberts describió a Nick como “totalmente repugnante”, mientras que él dijo: “Ella no es una persona amable, y eso todo el mundo lo sabe”.

William Baldwin y Sharon Stone

Sharon Stone venía de participar en Bajos Instintos y su papel de femme fatal estaba en auge. Para su siguiente proyecto, le tocó compartir set con Baldwin para Silver, una película donde no funcionó nada: ni la química entre ellos ni la historia en sí, que fue destrozada por la crítica. Se dice que los actores, en las escenas íntimas, apenas podían simular su enemistad, y que incluso ella mordió a Baldwin durante una toma, que lo dejó con dificultades para hablar por una semana. Si bien esto último no está confirmado, sí el hecho de que no pudieron congeniar durante el rodaje de la película. 

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