Cuándo y por qué fue la última vez que actores y guionistas fueron a una huelga simultánea
Con el futuro presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan como presidente del Sindicato de Actores, Hollywood enfrentó un duro reclamo de los actores.
Finales de la década del 50 en Estados Unidos. Los estudios de cine habían pasado ya la llamada "época de oro" del cine. Tras la aparición misma de las películas, su posterior industrialización y el crecimiento de las producciones, comenzaba la debacle.
La llegada de la televisión, sumado a poca renovación por parte de la oferta, llevó a que la audiencia en salas bajara significativamente, por lo que las ganancias lo hicieron también, considerablemente. Pero no iba a ser el único problema que sufrieran los estudios.
Desde el Sindicato de Actores, SAG en ese momento (el hoy SAG-AFTRA), comenzaba a despertarse un enojo bastante concreto: querían comenzar a cobrar derechos de imagen. Para ese momento, una vez que el actor recibía el pago por su actuación, no volvía a ver dinero de esa producción, sin importar cuánto tiempo estuviera en pantalla. La llegada de nuevas formas de distribución puso un problema sobre la mesa: la película podía ser exhibida durante años en la televisión y el actor no ver un centavo de allí, a pesar de estar usando su imagen.
Enfrentados contra los grandes estudios del momento, entre los que se encuentran lo aún existentes (y poderosos) Paramount, Disney, 20th Century Fox, Universal y Warner Bros., los actores unieron fuerzas a través del SAG. Sin embargo, necesitaban un liderazgo firme. Para ello, volvieron a convocar a Ronald Reagan, que venía presidiendo el sindicato desde 1947, con algunos períodos fuera de ese rol.
Fue el propio Reagan, reconocido actor, principalmente de películas Clase B, que impulsó la huelga como modo de lucha, ante la inacción de las productoras. En principio, el pedido fue por el pago de derecho de imagen con montos retroactivos a películas del 1948 en adelante.
Ante la negativa, la huelga dio comienzo el 7 de marzo de 1960. Era la primera vez, en sus más de 40 años de existencia como industria en Estados Unidos, que el cine sufría una protesta de este tipo. Tras abandonar sus puestos de trabajo y detener las producciones, los estudios se sentaron a negociar lo que parecía innegociable. Claro que los pedidos de los actores tampoco fueron cumplimentados en su totalidad.
Después de cinco semanas, se llegó a un acuerdo. Se pagarían derechos de imagen para todas las películas que se realizaran de allí en adelante, pero se negó el pago de cualquier película realizada con anterioridad. Pero sí accedieron a pagar un monto de 2,25 millones de dólares al SAG, monto que el sindicato utilizó para lo que sería su nuevo plan de seguro y jubilaciones para sus afiliados.
El 18 de abril, en una votación casi unánime, los actores y actrices decidieron volver al trabajo. Se terminaba así la primera huelga de actores, que se volvería a repetir unos 20 años después. Ronald Reagan sería, unos años después, gobernador de California y Presidente de los Estados Unidos. Algo habrá tenido que ver su rol en el SAG, macartismo incluido. Será historia de otro momento.
Suscríbete a nuestro newsletter para recibir todas las novedades y participar de concursos exclusivos desde aquí.