Gran Turismo: corriendo a toda velocidad, pero con el freno de mano puesto

Genera un poco de frustración cuando una película que tiene el potencial para ser buena termina siendo mediocre o simplemente correcta. Es lo que ocurre con Gran Turismo, del director Neill Blomkamp, el drama deportivo basado en una historia real que llegó esta semana a los cines de todo el mundo.
El filme cuenta la historia de Jann Mardenborough (Archie Madekwe), un joven adicto al juego de Playstation Gran Turismo que sueña con convertirse en corredor profesional a pesar de la resistencia de su familia y que tendrá la chance de cumplir su sueño a partir de un concurso organizado por Nissan entre los mejores jugadores del popular simulador.
Gran Turismo complacerá a los amantes del género cayendo en algunos lugares comunes al contar la historia del gamer desvalido que consigue abrirse camino en el mundo de los corredores profesionales. Sin embargo, está muy lejos de otros grandes exponentes del drama automovilístico como Rush (2013) o Ford v Ferrari (2019).
Mira el tráiler:
El gran problema de la película es que no se toma el tiempo de desarrollar a ninguno de los personajes que gravitan en torno a Jann. Esto se puede ver con claridad en el personaje de Danny Moore (interpretado por Orlando Bloom), cuyas motivaciones nunca terminan de quedar del todo claras. Cuando le preguntan qué gana al convertir a un gamer en un corredor profesional, Moore no tiene una respuesta que justifique poner en riesgo a un puñado de jóvenes entre los que está Jann.
El filme toma el camino más simple y, como si fuera un videojuego, simplemente va avanzando haciendo que Jann pase de nivel en nivel sin mucho esfuerzo. Más allá de esto, la película de Neill Blomkamp logra que te involucres en cada carrera y que quieras ver al carismático Jann superar los obstáculos con los que se va cruzando.
La película en algún momento toca algunos temas interesantes, pero lo hace de manera superficial y sin profundizar demasiado. Un ejemplo claro de esto es la resistencia que debe afrontar Jann cuando pasa al mundo de los corredores profesionales, donde quienes forman parte del mismo le remarcan que los conductores de simulación nunca reemplazarán a los conductores reales, un paralelismo interesante con la lucha que se viene dando en Hollywood contra la inteligencia artificial y que desencadenó una huelga de guionistas y actores.
El uso que hace Gran Turismo de lugares comunes de películas deportivas que inesperadamente se alinean con preocupaciones del mundo real genera una tensión incómoda. Sin embargo, esos clichés mantienen al espectador interesado incluso cuando la narración en pantalla no lo merece del todo.
Si bien Gran Turismo tiene algunos problemas que le impiden elevarse por encima de la media, el filme complacerá a los amantes del género que vayan en busca de la típica historia del joven desvalido contra el mundo en busca de cumplir su sueño.
Ficha técnica
Gran Turismo: De jugador a corredor (Gran Turismo, Estados Unidos/2023). Dirección: Neill Blomkamp. Elenco: Archie Madekwe, David Harbour, Orlando Bloom, Djimon Hounsou, Geri Halliwell-Horner, Maeve Courtier-Lilley, Takehiro Hira, Darren Barnet y Josha Stradowski. Guion: Jason Hall y Zach Baylin. Fotografía: Jacques Jouffret. Edición: Austyn Daines y Colby Parker Jr. Música: Lorne Balfe y Andrew Kawczynski. Distribuidora: UIP (Sony). Duración: 134 minutos. Opinión: Buena.
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