Ridley Scott reconoce que no leyó nada para hacer Napoleón: "Eso lo hizo otro pobre desgraciado"
El director admitió que fue el guionista quien hizo toda la investigación y que, la elección de Joaquin Phoenix para el rol fue luego de ponerle un sombrero bicornio a una foto suya, constatando así el parecido del actor con la histórica figura. La falta de investigación, lo que hundió la cinta.
Cuando se trata de películas sobre figuras o hechos históricos, la investigación es clave. Si bien esto parecería ser una obviedad, no lo fue para Ridley Scott que reveló no haber estudiado nada antes de comenzar a rodar Napoleón, uno de los grandes fracasos de 2023.
"Hay 10.000 libros sobre Napoleón, y todos tienen verdad y conjeturas al mismo tiempo. Pero dejé la lectura de los libros al pobre desgraciado que ha tenido que escribir el guion", aseguró.
Mira el tráiler de Napoleón:
El guionista en cuestión fue David Scarpa, quien se lleva, ahora, toda la responsabilidad por la cantidad de errores históricos que posee la cinta; uno de los detalles por los que el público y la crítica especializada le dieron la espalda, pese al gran despliegue de producción detrás del proyecto.
"Los franceses ni siquiera disfrutan de ellos mismos. A la gente que vio la primera proyección en París le gustó y pasaron un gran rato. ¿Alguno de ellos estuvo allí? ¿Cómo saben tan precisamente qué fue lo que pasó?", dijo el director tras el aluvión de críticas, sobre todo de los franceses, por la poca veracidad histórica de la cinta.
Como si esta revelación no fuera suficiente como para terminar de enterrar el film, Ridley Scott reveló la polémica forma en la que eligió a Joaquin Phoenix para dar vida a Napoleón Bonaparte: "Tiene la nariz y los ojos. Antes de elegirle, cogí una fotografía suya, le coloqué un sombrero y dije 'Aquí está'".
El film, que cuenta con tan sólo un 58% de aprobación en Rotten Tomatoes, narra los orígenes del líder militar francés y su rápido e imparable ascenso de oficial del ejército a emperador de Francia. La historia se ve a través de la lente de la relación adictiva y volátil de Napoleón Bonaparte con su esposa y único amor verdadero, Josefina.