Anne Hathaway fue salvada por esta famosa actriz al enfrentarse a las escenas de desnudez de Amor y otra adicciones
Cuando la pantalla exige vulnerabilidad, hasta las estrellas más grandes necesitan un poco de inspiración. Anne Hathaway la encontró en otras fantásticas actrices.
Ser actor no es tarea fácil y Anne Hathaway lo sabe de sobra. En el set de De amor y otras adicciones, Hathaway enfrentó uno de los mayores desafíos de su carrera: las escenas de desnudez. Aunque a simple vista puedan parecer una parte más del oficio, estas secuencias pueden ser profundamente incómodas para los actores, especialmente cuando están fuera de su zona de confort.
En el caso de Hathaway, el estrés era tal que llegó a llorar diariamente durante el rodaje. “Fui un desastre de principio a fin. Creo que lloré todos los días”, confesó en una entrevista.
La película, protagonizada por Hathaway y Jake Gyllenhaal, aborda la historia de una intensa relación amorosa en la que los protagonistas deben enfrentar los desafíos de una enfermedad degenerativa. Este contexto exigía escenas subidas de tono que, aunque esenciales para la narrativa, fueron muy difíciles para ell. “Tuve que apoyarme mucho más en todos los que me rodeaban de lo que estoy acostumbrada”, mencionó la actriz, quien explicó que no estaba preparada para la vulnerabilidad que implicaba desnudarse ante el equipo de producción.
Una gran solución: otras mujeres
Hathaway encontró entonces la inspiración para seguir adelante en otras actrices. Desde un inicio, buscó referentes para enfrentar esta experiencia y dos de sus modelos a seguir fueron dos grandes intérpretes de la industria del cine cuyo trabajo es indiscutiblemente bueno: Kate Winslet y Penélope Cruz.
La actriz estadounidense explicó que Cruz, en especial, la ayudó a recordar que “muchas actrices lo han hecho antes que yo y han mantenido su dignidad intacta”. Hathaway observó con admiración el trabajo de la española, quien, según ella, ha interpretado desnudos “con una tremenda cantidad de sensibilidad y dignidad”.
En particular, Hathaway citó como su principal aliento la película Abre los ojos, de Alejandro Amenábar, estrenada en el año 1997. “Es una película increíble, una de mis favoritas, y no puedo explicar cuánto me ayudó con mi película”, explicó Hathaway.
Aunque sus referentes y el apoyo del equipo le ayudaron a sobrellevar la experiencia, Anne Hathaway admitió que las escenas de desnudez siguen siendo un desafío en su carrera. Sin embargo, al dejar de pensar en sí misma y empezar a enfocarse en los demás, pudo aliviar parte de la tensión. “No había nada de qué ponerse nervioso. Era otra escena”, concluyó.