Tres clásicos románticos con Deborah Kerr que son ideales para cortar la semana
Ya sea en clave de comedia o drama, la actriz se ha destacado en el género con personajes que han sabido conquistar a la audiencia. Tres historias que resisten el paso del tiempo y que se ubican entre las favoritas de todos. Tres romances de antología que quedarán grabados, a fuego, en el corazón.
La era dorada de Hollywood ha dado grandes títulos, sobre todo en lo que al género romántico se respecta; y, una de las grandes exponentes fue Deborah Kerr.
La actriz escocesa, dueña de una insuperable belleza y unos ojos azules capaces de conmover al espectador con tan sólo una mirada, participó en 48 películas, muchas de las cuáles hoy son clásicos de culto.
De su extensa filmografía, hay tres historias que resisten el paso del tiempo y que se ubican entre las favoritas de todos; tres romances de antología que quedarán grabados, a fuego, en el corazón del espectador sin distinción de edad ni de género.
De aquí a la eternidad (1953)
Año 1941. El soldado Prewitt, que acaba de llegar a la base militar de Pearl Harbor en Hawai, es un antiguo boxeador retirado del ring. El capitán Holmes, conocedor de sus habilidades como púgil, intenta que se una al equipo del ejército, pero Prewitt rechaza la propuesta. A partir de ese momento se ve sometido a toda clase de castigos y humillaciones tanto por parte de sus superiores como de sus compañeros. Sólo cuenta con la amistad y el apoyo del soldado Angelo Maggio. Mientras tanto, el sargento Milton Warden y Karen, la mujer de Holmes, viven una historia de amor adúltera. Pero la vida de todos cambiará con el ataque japonés a Pearl Harbor.
El rey y yo (1956)
En pleno siglo XIX, una joven viuda británica, Ana Leonowens, viaja al lejano reino oriental de Siam junto a su único hijo, el pequeño Louis. El motivo de un viaje así es que ha sido aceptada como institutriz de los numerosos hijos del rey de Siam, Mongkut. Desde el primer momento la exquisita educación de la dama y su actitud feminista chocará con la férrea disciplina y despotismo del rey, un hombre anclado a unas costumbres milenarias que no la respeta por el hecho de ser mujer.
Poco a poco, los constantes enfrentamientos entre Ana y el rey darán paso a una relación de mutuo respeto. Un respeto que poco a poco se convertirá en amor. Sin embargo Ana y el rey viven en mundos totalmente opuestos, y sus formas enfrentadas de ver la vida y las costumbres convertirán sus sentimientos en un amor imposible.
Sólo Dios lo sabe (1957)
Henry Allison es un marine estadounidense que está combatiendo contra las tropas japonesas durante la Segunda Guerra Mundial. Un día su embarcación naufraga y éste queda a la deriva en un pequeño bote. Con esfuerzo logra remar hacia una pequeña isla en mitad del Pacífico pero está llena de japoneses, de modo que decide esconderse cerca de la playa. Allí se topa con una joven novicia llamada Ángela. Ella le cuenta que procede de Irlanda y que se encontraba aquí por motivos humanitarios, pero que tuvo que huir de los enemigos escondiéndose en el lugar.
A pesar de las diferencias culturales de ambos jóvenes, pronto establecerán un bonito vínculo y permanecerán juntos en este lugar hasta que acabe la guerra. El soldado se enamorará de ella, pero sor Ángela entrará en un profundo dilema moral en el que deberá decidir entre seguir a Dios o entregarse a Henry.