El gran enigma detrás de El hombre tranquilo cuya respuesta sólo tenían John Wayne y Maureen O'Hara

El gran enigma detrás de El hombre tranquilo cuya respuesta sólo tenían John Wayne y Maureen O'Hara

En 1952, John Ford presentó la cinta que narraba la boxeador que regresa a Irlanda para recuperar su granja y olvidar su pasado. Allí, se enamora de una lugareña con la que vive un apasionado romance, que esconde un secreto que aún hoy, a 72 años de su estreno, continúa siendo un misterio.

Delfina Ortega Nodar

Delfina Ortega Nodar

Con una historia sin vueltas, romántica y muy adulta, The Quiet Man (El hombre tranquilo o El hombre quieto en español) logró, en 1952, enamorar y emocionar a la audiencia que aplaudió la decisión de emparejar a John Wayne y Maureen O'Hara en la pantalla, llevando al actor muy lejos del géneros western que lo caracterizaba y con el que ganó fama mundial.

La la cinta se centra en un Sean Thornton, un boxeador que decide regresar a Irlanda para recuperar su granja y olvidar su pasado. "Nada más llegar se enamora de Mary Kate Danaher, una chica muy temperamental, aunque para conseguirla deberá luchar contra las costumbres locales, como el pago de la dote, y, además, contra la oposición del hermano de su prometida", completa la sinopsis oficial del filme.

En sus memorias, publicadas en 2005, Maureen O'Hara afirmó que en un principio se negó a cumplir con el pedido de Ford ya que le daba vergüenza susurrarle una obscenidad a su compañero sin que éste tenga la menor idea
Crédito: Argosy Pictures

Dirigida por John Ford, la película se rodó enteramente en Irlanda y contó con varias escenas con doble sentido y subidas de tono para contar este apasionado romance que no tenía nada que ver con los que usualmente se contaban por aquella época.

Con varias secuencias eliminadas debido a la censura, el realizador encontró una forma de ser obsceno y no sufrir las consecuencias por ella, al solicitarle a la actriz que le susurrase una frase subida de tono al actor en el oído para mantener la pasión de la pareja pero sin que los censores se enterasen de ello. Así, se logró una de las expresiones más genuinas de la cinta, al salirse Maureen O'Hara de guion por pedido de Ford.

La escena que esconde el gran enigma de la cinta:

En sus memorias, publicadas en 2005, Maureen O'Hara afirmó que en un principio se negó a hacerlo, pero, tras la insistencia del director, acabó haciéndolo causando la reacción de sorpresa que quedó en el montaje final. La frase que le dijo la actriz al oído a John Wayne nunca fue revelada y permaneció como un secreto entre los intérpretes y el realizador.

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