El drama romántico que marcó a varias generaciones y que muestra el lado B de las relaciones

Hay historias que quedan grabadas en el corazón del espectador y Dos en la carretera, sin lugar a dudas, es una de ellas. 

Dirigida por Stanley Donen y protagonizada por Albert Finney y Audrey Hepburn, este drama romántico, estrenado en 1967, cambio la forma de hacer cintas ya que introdujo muchos recursos de vanguardia para aquel entonces como el uso de los flashbacks para contar la historia de amor de los personajes.

Mira el tráiler:

"Un viaje de Londres a la Riviera Francesa hará que Joanna y su marido Mark revivan los románticos comienzos de su relación, los primeros años de su matrimonio y sus respectivas infidelidades. Con el paso del tiempo los dos han cambiado, por lo que tendrán que enfrentarse a un dilema: separarse o aceptarse mutuamente tal como son", reza la sinopsis oficial del filme.

Con un dramatismo único y gran realismo, la historia fluye por sí sola, aunque el trabajo de Albert Finney y Audrey Hepburn es clave para que la narrativa no se entorpezca y sea realmente emotiva para el espectador que sonreirá y sufrirá a la par de la pareja con un romance lejos de las luces de Hollywood y muy humano.

Para la actriz Dos en la carretera fue todo un desafío tanto en lo personal como en lo actoral. Con reparos por la forma en la que estaba narrada la historia, la intérprete se sumó al proyecto para que el que fue la primera y única opción. A poco de comenzar, debió bajarse de la producción debido a su incipiente embarazo. Fue, tras sufrir un aborto espontáneo, que decidió volver para terminarla, enfrentándose a un importante estrés emocional para ella ya que la maternidad es uno de los anhelos de su personaje y uno de los desencuentros que marcan su matrimonio, al que el paso del tiempo llena de insatisfacción y de reproches. Fue tal su compromiso con Joanna, aún en su momento personal más duro, que éste fue el mejor rol dramático de toda su carrera.

Además de su narrativa y actuaciones, lo que convierte a este película en un clásico inigualable es que su argumento se desarrolla en el camino ya que los escenarios son coches, aviones, barcos y la naturaleza misma, haciendo de los personajes vayan a tono con lo que la plantea la premisa del título que es, simplemente, un viaje en carretera.