Así fue el tormentoso rodaje del clásico protagonizado por Marilyn Monroe y aclamado por la crítica

Así fue el tormentoso rodaje del clásico protagonizado por Marilyn Monroe y aclamado por la crítica

Lejos de los aplausos que obtuvo tras su estreno, el detrás de escena de "Some Like It Hot" fue todo menos idílico. Las constantes llegadas tardes de la actriz y sus problemas con el alcohol volvieron un infierno el set, con Tony Curtis y Jack Lemmon sobrepasados y Billy Wilder al borde del retiro.

Delfina Ortega Nodar

Delfina Ortega Nodar

Rankeada en el tercer puesto de las mejores comedias de todos los tiempos, Some Like It Hot (Con faldas y a lo loco en España, y Una Eva y dos Adanes en Latinoamérica), es un clásico inoxidable que, detrás del favor de la crítica y de los espectadores, esconde un tormentoso rodaje.

El principal factor de discordia en el set fue Marilyn Monroe, quien complico el trabajo de todos los involucrados debido a sus repentinos cambios de humor, sus problemas con el alcohol y sus reiteradas llegadas tarde (estaba citada a las nueve de la mañana y no aparecía hasta las cinco de la tarde), que hicieron que el rodaje de la cinta fuera extremadamente largo.

El principal factor de discordia en el set fue Marilyn Monroe, quien complico el trabajo de todos los involucrados debido a sus problemas con el alcohol y sus reiteradas llegadas tarde
Crédito: United Artists

"Resultaba complicado trabajar con ella, pero cuando uno veía en la pantalla el resultado que había conseguido, por las buenas o por las malas, se quedaba asombrado. Era asombroso lo que irradiaba. Aunque no parezca, era una excelente actriz de diálogo. Sabía dónde iban las risas. A cambio, claro está, teníamos trescientos extras", expresó Billy Wilder al hablar del trabajo de la actriz en la cinta.

Pese a entender lo mágica que la actriz era, el director no estaba conforme con su performance por lo que se vio obligado a crear pizarras con el guion escrito en ellas para que no las olvidará y lidiar con sus protagonistas masculinos: Tony Curtis y Jack Lemmon, cansados de pasar horas en maquillaje y peinado ya que ante la tardanza de su compañera los productos utilizados en su caracterización no aguantaban más que unas pocas tomas.

Mira el tráiler:

"Ella tenía miedo de salir a filmar, le costaba enfrentarse con la cámara, creo que haber sido una estrella tan grande la terminó convirtiendo en una reclusa; en el fondo era infeliz, porque la habían lastimado mucho y le costaba confiar en los demás. Yo la quería mucho y nos llevábamos bien, pero nos enloquecía a los tres. Siempre pasaba lo mismo: llegaba tarde y, cuando se animaba a salir, de repente se arrepentía y nos insultaba. No había manera de hacerla volver al set. También tomaba vino, lo cual no ayudaba pero, cuando lograba salir a filmar y se concentraba, lo que hacía era maravilloso", recordó el actor.

Si bien Lemmon tenía paciencia para con su compañera, Curtis no podía verla debido a una relación que habrían mantenido en el pasado y que llevo al actor a odiarla, no pudiendo soportar siquiera las escenas románticas entre ambos en las que para él besar a Monroe era como "besar a Hitler". 

Más allá del tormentoso rodaje, Some Like It Hot fue un éxito rotundo y su huella persiste aún hoy en día gracias a ser uno de los clásicos más recordados del cine.

Mientras que Jack Lemmon trataba de tenerle paciencia a Marilyn Monroe, Tony Curtis no podía ni verla y odiaba rodar las escenas románticas con ella ya que consideraba que besarla era como "besar a Hitler"
Crédito: United Artists

La cinta sigue a Joe y Jerry, dos músicos sin éxito que se ven obligados a huir después de ser testigos de un ajuste de cuentas entre dos bandas mafiosas rivales.

"Como no encuentran trabajo y la mafia los persigue, deciden vestirse de mujeres y tocar en una orquesta femenina. Joe para conquistar a Sugar Kane, la cantante del grupo, finge ser un magnate impotente; mientras tanto, Jerry es cortejado por un millonario que quiere casarse con él", completa la sinopsis oficial del filme.

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