La película de los 70 que desafió la censura y redefinió el cine erótico

La película de los 70 que desafió la censura y redefinió el cine erótico

La película dirigida por Nagisa Oshima se convirtió en una de las más controvertidas de su época debido a su contenido sexual explícito, provocando censura en varios países.

Magela Muzio

Magela Muzio

A lo largo de su historia, el cine se ha posicionado como un arte capaz de divertir, emocionar, incomodar, ofender y desatar un sinfín de emociones en los espectadores. Muchas veces porque el material busca generar este tipo de respuesta en el público.

En 1976, el cineasta japonés Nagisa Ôshima lanzó una de las películas más controvertidas de la historia del cine: El imperio de los sentidos (In the Realm of the Senses o L'Empire des sens). El filme no solo provocó escándalo por sus escenas de sexo explícito, sino que llevó a su creador a juicio por obscenidad. Claro, las escenas íntimas no simuladas se convirtieron en el eje del debate, pero la realidad es que Ôshima buscaba más que atención. Era un cineasta profundamente intelectual y político.

La película narra la historia real de Sada Abe, una empleada que tuvo un romance con su jefe, Kichizo Ishida, en la década de 1930. Durante uno de sus encuentros sexuales, Abe mata a su amante asfixiándolo, y días después fue encontrada deambulando por Tokio con el miembro amputado.

Una obra de larga gestación

La película se basa en un hecho real ocurrido en Japón en 1936. Foto: Argos Films

Esta historia causó un gran revuelo en Japón. Y aunque Ôshima no fue el primero en adaptar esta historia en la pantalla, ya que Noboru Tanaka había lanzado Una mujer llamada Abe Sada un año antes, en 1975, su versión del relato se gestó algunos años antes, en 1972.

El encuentro de Ôshima con el productor Anatole Dauman en París después del Festival de Cine de Venecia fue crucial para el desarrollo del filme. Dauman, conocido por su trabajo en clásicos como Hiroshima mon amour (1959) de Alain Resnais y La jetée (1962) de Chris Marker, se especializaba en cine de autor.

Según Ôshima, Dauman le propuso una colaboración en un proyecto de producción conjunta, asegurando que él se encargaría de financiarlo sin injerencia en el contenido o la producción. Aunque Dauman niega haber mencionado la palabra "porno", es probable que esta idea estuviera en su mente, ya que en la década de 1970 las leyes de censura en Francia comenzaban a relajarse. En ese contexto, el cineasta japonés vio una oportunidad para obtener la libertad creativa que buscaba, en un momento en que financiar sus películas en su país de origen se volvía cada vez más complicado, especialmente después del fracaso en taquilla de su anterior trabajo, Hermana de verano (1972).

El filme se valió de escenas íntimas no simuladas. Foto: Argos Films

Ôshima dedicó tres años a la preproducción de El imperio de los sentidos, un proceso inusualmente largo para una película del género. Esta cuidadosa preparación diferenciaba a su obra de otras películas explícitas de la época, que trataban el sexo solo como un tema superficial.

El reparto también marcó una diferencia. Aunque muchos actores secundarios tenían experiencia en el cine para adultos, los protagonistas no. Tatsuya Fuji, quien interpretó a Kichizo, era un reconocido actor de películas de acción de Nikkatsu en los años sesenta. Eiko Matsuda, quien interpretó a Sada Abe, provenía del teatro vanguardista y, a pesar de su participación en la serie Stray Cat, El imperio de los sentidos fue su primer y único gran papel en el cine.

A través de la elección de actores sin experiencia en el cine para adultos y un prolongado periodo de preproducción, Ôshima buscaba crear algo más que otra película del género Roman Porno, producciones eróticas del Japón que tuvieron su eclosión en la década del 70.

Ôshima consideraba que este tipo de producciones trataban el sexo como un tema secundario, cuando en realidad podría usarse como un medio para explorar temas más profundos.

El imperio de los sentidos se estrenó el 15 de septiembre de 1976 en Francia, y un mes más tarde se lanzó en Japón. Como era de esperar, la película fue fuertemente censurada en Japón, ya que el comportamiento de los protagonistas era visto como una ofensa a la sociedad oriental.

El director fue enjuiciado por obscenidad y la película fue censurada en gran cantidad de países. Foto: IMDb

Aunque en Francia se proyectó la versión oficial del filme, en otros países también hubo problemas. Durante su estreno en el Festival de Cine de Berlín, la policía terminó confiscando una copia de la cinta, mientras que en Gran Bretaña, la Agencia Británica de Clasificación de Películas (BBFC de sus siglas en inglés), se negó a calificar el largometraje hasta 1991.

Finalmente, Nagisa Oshima fue juzgado por obscenidad en Japón, no por la película en sí, sino por un libro basado en ella que incluía varias fotografías. El director se defendió cuestionando la definición de obscenidad y quién era realmente responsable de las imágenes ofensivas. ¿Era él, el director, o debería ser procesada la persona que creó físicamente las imágenes? El juicio duró hasta 1982, cuando el director terminó absuelto.

Quizá por la polémica que generó a su paso, El imperio de los sentidos continúa siendo una de las películas más controversiales de la historia del cine, pero que se ha convertido en un clásico indiscutido de un director intelectualmente ambicioso que buscó más que solo incomodar.

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