De qué va Tardes de soledad, la película que se coronó en el Festival de San Sebastián

La edición número 72 del Festival de San Sebastián tuvo como gran ganadora a Tardes de soledad, la última película de Albert Serra, uno de los directores españoles más importantes en la actualidad.

La cinta, de 125 minutos de duración, es un poderoso documental que retrata, como ninguna otra, el mundo de la tauromaquia, mostrando, sin censuras, los nervios que se respiran en la plaza de toros antes de un corrida, la sangre y el estrés por el que pasa el animal que, inofensivo, responde a la violencia del torero que buscará clavarle las banderillas (un palo delgado, de unos 70 a 78 centímetros de largo, recubierto y adornado con papel picado y un arpón) en cada uno de sus acercamientos, para así excitar al toro sin quitarle fuerzas.

Para los fanáticos de la tauromaquia, este filme es un homenaje; mientras que para la gran mayoría del público es una cruda crítica a un deporte arcaico que, hoy en día, cuenta con más detractores que defensores. De todos modos, muchos apuntan a que el director no hace más que "humanizar una práctica violenta" con esta cinta.

Tardes de soledad lo muestra todo desde la óptica del torero peruano Andrés Roca Rey, quien, a sus 27 años, se ha convertido en una de las promesas de la tauromaquia, ubicándose entre los mejores toreros de la escena actual.

"Retrato de una estrella del toreo en activo, Andrés Roca Rey, que permite reflexionar sobre la experiencia íntima del torero que asume el riesgo de enfrentarse al toro como un deber personal por respeto a la tradición y como un desafío estético. Este desafío crea una forma de belleza efímera a través de la confrontación material y violenta entre la racionalidad humana y la brutalidad del animal salvaje", reza la sinopsis oficial del aclamado filme.

Mira el tráiler:

“Si digo la verdad la gente no se la cree, pero no me importaba nada si gustaba o no. No pienso en eso. Suficientes problemas hemos tenido con acabarla a tiempo y que quedara bien”, expresó Serra al recibir la Concha de Oro.

Y, agregó: “No es una cosa que me atraiga. No me molesta no ganar. Los premios no afectan a uno, lo que cuenta es la película. Evidentemente ayuda a la financiación de próximas películas, para eso sí ayuda, pero por lo demás ni ayuda ni perjudica. Sinceramente, quizás parecerá extraño, pero de verdad que nunca conocí en este mundo del cine a nadie que le importara menos el éxito que a mí. No me guío por esos parámetros”.