Esta obra maestra del terror con puntaje casi perfecto que fue el primer verdadero slasher

Esta obra maestra del terror con puntaje casi perfecto que fue el primer verdadero slasher

Ni Psicosis, ni Black Christmas, la primera película de este subgénero de terror es una cinta británica de los años 60 que todos deberían ver.

Agustina Agost

Agustina Agost

En muchos sentidos, las películas slasher representan el género de terror en su forma más pura. Privilegiando muertes creativas por encima de una caracterización profunda, títulos como Viernes 13 están diseñados principalmente para fans de la explotación. 

Estos filmes son ejercicios de brutalidad que rompen límites en términos de violencia gráfica. En el proceso, personajes como Freddy Krueger y Michael Myers se han convertido en íconos de la cultura pop, eclipsando con frecuencia a sus víctimas.

Para muchos, Psicosis (1960) es considerada la primera entrega del género, proporcionando el modelo para futuros cineastas de terror. Sin embargo, pocos saben que otro thriller psicológico se adelantó a Alfred Hitchcock ese mismo año.

Tres rostros para el miedo 

Karlheinz Böhm protagoniza Tres rostros para el miedo. Foto: Anglo-Amalgamated Film Distributors.

Dirigida por Michael Powell, Tres rostros para el miedo (Peeping Tom) debutó en el Reino Unido el 7 de abril de 1960. La película de terror está protagonizada por Karlheinz Böhm como Mark Lewis, un operador de cámara socialmente torpe obsesionado con el miedo. Pasa sus noches cazando mujeres y asesinándolas frente a la cámara, grabando sus reacciones para analizarlas después. 

Al igual que Psicosis, Tres rostros para el miedo desafió al público con escenas de violencia perturbadora y una sensualidad audaz. Ambas cintas fueron divisivas en su estreno, pero sus guiones ayudaron a definir la estructura moderna del slasher. Sin embargo, el enfoque de Powell se siente más complejo que el de Hitchcock, y su visión del género sigue siendo fresca más de 60 años después.

A pesar de estrenarse 24 años antes de Pesadilla en Elm Street, Tres rostros para el miedo contiene todos los elementos de un clásico slasher. Al igual que Michael Myers y Norman Bates, Mark Lewis apunta a mujeres vulnerables para satisfacer sus impulsos violentos. Su relación con la intimidad es disfuncional, y le cuesta establecer conexiones románticas debido a sus tendencias voyeuristas. 

 

La naturaleza sugestiva de sus asesinatos implica que sus motivaciones provienen, en gran medida, de la represión sexual. Sin embargo, la mayoría de sus víctimas están retratadas con una tremenda profundidad, algo raro dentro del género. La película no es un baño de sangre sin sentido; cada muerte tiene un peso genuino.

El director tuvo un enfoque único para construir tensión. Mientras que muchas cintas de explotación dependen de efectos gore para impactar, Tres rostros para el miedo opta por un enfoque más sutil. Gran parte del metraje humaniza a las posibles víctimas de Mark, explorando sus motivaciones con verdadero interés. 

Actualmente la película cuenta con un porcentaje del 95% de aprobación en Rotten Tomatoes. "Tres rostros para el miedo es una mirada escalofriante y metódica a la psicología de un asesino, y una obra clásica del cine voyeurista", dice el consenso crítico.

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