Tilda Swinton decidió no formar parte de la saga de Harry Potter por una razón muy personal

Tilda Swinton  es una de las actrices más talentosas del cine. Conocida por su versatilidad y presencia en pantalla, ha tenido una carrera llena de elecciones interesantes y, en ocasiones, polémicas.

A lo largo de su trayectoria, la intérprete no se ha mantenido alejada de las grandes franquicias cinematográficas, ya que participó de la adaptación de Las crónicas de Narnia y de Doctor Strange de Marvel Studios. Sin embargo, hubo una oportunidad en la que Swinton decidió no participar de una de las grandes sagas del cine: Harry Potter.

Si hay algo que caracteriza a la saga de Harry Potter, es la inmensa cantidad de nombres que han pasado por sus filas. Cuando la tercera entrega de la saga, Harry Potter y el prisionero de Azkaban entró en producción, Swinton fue considerada para el papel de la profesora Sybill Trelawney, la excéntrica maestra de Adivinación que finalmente fue encarnada por Emma Thompson.

Naturalmente, Swinton decidió declinar la oferta pero lo que más sorprende es la razón por la cual lo hizo. La actriz tomó la determinación de no participar de la película por una razón muy personal. En declaraciones a Scot Magazine, reveló que estaba en contra de un elemento central de la franquicia: Hogwarts, la escuela de Magia y Hechicería a la que asistían Harry y sus amigos.

La actriz dio a conocer que pasó gran parte de su infancia en un internado, razón por la cual le disgustan películas como Harry Potter, ya que tienden a romantizar esos lugares.

"Creo que son un entorno muy cruel para crecer y no siento que los niños se beneficien de ese tipo de educación", dijo en la entrevista. Como resultado, Swinton nunca agitó una varita en la franquicia que llegaría a generar miles de millones. Pero aunque este papel icónico fue interpretado por otra actriz, hubo otro rol que la actriz aceptaría años después y del cual se arrepentiría de haber aceptado.

En 2016, Tilda Swinton se unió al Universo Cinematográfico de Marvel donde interpretó a The Ancient One en la cinta en solitario de Doctor Strange. Este personaje, originalmente representado en los cómics como un anciano asiático, fue reimaginado en la película como una figura andrógina de ascendencia celta.

La decisión de elegir a la actriz ganadora del Oscar generó controversia y acusaciones de 'whitewashing', es decir, la práctica de seleccionar actores blancos para roles de personajes de otras etnias. Marvel defendió inicialmente la elección, argumentando que buscaban evitar estereotipos y ofrecer una nueva interpretación del personaje.

Swinton, por su parte, reconoció posteriormente las críticas y reflexionó sobre su participación en el filme. Admitió que, aunque en su momento no percibió resistencia a su casting, con el tiempo comprendió las razones detrás de las preocupaciones expresadas por el público y simpatizó con ellas. Desde entonces, Marvel comenzó a repensar sus decisiones de casting para futuros proyectos, tratando de brindar una representación más auténtica y respetuosa de los personajes que saltan de los cómics a la pantalla.