Así era el devastador final que Rob Reiner tenía planeado para Cuando Harry conoció a Sally

Hay finales en el cine que son únicos. Y el de Cuando Harry conoció a Sally es uno de ellos. Cuesta imaginar esa última escena en donde el personaje de Billy Crystal corre por Manhattan para buscar a Sally, interpretada por Meg Ryan, en la fiesta de Año Nuevo. Las palabras de él se convirtieron en una declaración de amor que marcó a toda una época, dejando esa sensación de que el cine romántico había encontrado su forma definitiva. Sin embargo, ese final estuvo a punto de ser distinto.

El final original de Cuando Harry conoció a Sally que casi sale a la luz

El director Rob Reiner reveló en una entrevista que, durante el desarrollo de la película junto a Nora Ephron, contempló seriamente una versión mucho más agridulce. En ese final alternativo, Harry y Sally se reencontraban años después, charlaban un rato y seguían sus caminos por separado. Sin reconciliación, sin promesas, sin el abrazo que marcó a generaciones. Se trató de una decisión que no respondía a un capricho narrativo, sino que tenía que ver con el estado emocional del propio director.

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Reiner explicó que en ese momento estaba desencantado con la idea del amor duradero. Venía de un divorcio y atravesaba una etapa personal en la que le resultaba imposible imaginar una relación estable. Esa sensación de deriva fue, paradójicamente, uno de los motores que dio forma a la película. La pregunta que atraviesa todo el film, si hombres y mujeres pueden ser solo amigos, nace de esa incertidumbre reflejada en la vida del director.

La historia avanzaba, los diálogos brillaban y los personajes crecían, pero el final no encontraba forma. Esa versión alternativa sin romance parecía honesta con ese estado de ánimo de Reiner. Dos personas que se quieren y se entienden, pero que no logran dar el paso. Un cierre realista, sí, aunque devastador para una comedia romántica destinada a marcar época.

Todo cambió durante el rodaje. Reiner conoció a Michele Singer, quien luego se convertiría en su esposa, y fue ese encuentro el que transformó su mirada sobre sobre la historia entre Harry y Sally. No era la película la que había cambiado, sino él mismo.

Por qué el final feliz de Cuando Harry conoció a Sally es tan icónico

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El desenlace que llegó a la pantalla se convirtió en una de las escenas más icónicas del cine romántico. Harry corriendo por la ciudad en Nochevieja, Sally convencida de que es una opción de último momento y ese monólogo que redefine el amor a partir de gestos mínimos.

"Es una película increíble, debo decir, porque no tiene trama", comentó Billy Crystal a The Hollywood Reporter en 2019 para un reportaje que conmemoraba el 30º aniversario de la cinta. "En las comedias románticas típicas, los protagonistas pasan por demasiado: sus adversidades, él tuvo que mudarse, fue reclutado, está en el Ejército, regresó, se reencontraron... No. El obstáculo en esta película son ellos mismos".

Más que una comedia romántica clásica, la película funciona como un estudio de personajes. Reiner deja que Harry y Sally hablen, se contradigan, se equivoquen y se expongan. El amor no es una recompensa final, sino algo que se construye a medida que la historia avanza.

El epílogo, con entrevistas a parejas reales y el breve diálogo de Harry y Sally ya casados, refuerza aún más esa idea. El amor existe, pero no es perfecto ni inmediato. Requiere tiempo, paciencia y, a veces, un discurso improvisado en una fiesta de fin de año.

Pensar que la película podría haber tenido un final distinto, cambia por completo la forma de ver la cinta. Ese "final feliz" no fue solo una decisión comercial o propia del género, sino un reflejo de una experiencia personal que cambió la forma de ver la historia. Quizás es por eso que, décadas después, Cuando Harry conoció a Sally sigue sintiéndose tan viva, tan cercana y tan humana. La película se encuentra disponible en MUBI.