Esta película de Demi Moore que fue subestimada en los 90 y hoy vuelve con más fuerza en el streaming

En 1997, G.I. Jane se estrenó en cines y desató un aluvión de opiniones encontradas. Mientras algunos aplaudían la actuación desafiante de Demi Moore y su retrato de una mujer enfrentando al sistema, otros la descartaban por su tono grandilocuente y ciertos excesos visuales. Pero a más de 25 años de su lanzamiento, esta historia de fuerza, disciplina y resistencia encuentra una nueva oportunidad.

La película, dirigida por Ridley Scott, es mucho más que un drama militar. Es una radiografía del machismo institucional, una crítica al oportunismo político y una oda -con sus matices- a la voluntad personal. Vista hoy, cuando los discursos sobre igualdad de género han ganado espacio y matices, la película se siente menos exagerada y más necesaria. Es una ficción que, en sus mejores momentos, incomoda, interpela y emociona.

¿De qué se trata G.I. Jane?

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Demi Moore es la protagonista de G.I. Jane.

Buena Vista Pictures

La historia sigue a Jordan O’Neil (Demi Moore), una oficial de la Marina que es elegida para un programa experimental: convertirse en la primera mujer en pasar el entrenamiento de los Navy SEALs, una de las unidades de élite más duras del ejército estadounidense. Lo que parece, al principio, un avance simbólico dentro de la institución, pronto se revela como un movimiento político que poco tiene que ver con la igualdad y mucho con la conveniencia mediática.

A medida que avanza el entrenamiento, O’Neil es empujada hasta el límite físico y mental, aislada por sus compañeros y vigilada de cerca por sus superiores, que esperan que falle. Sin embargo, en lugar de quebrarse, ella redobla su esfuerzo, negándose a recibir un trato especial. La verdadera prueba llega cuando se ve involucrada en una misión real en el desierto de Libia, donde no hay margen para discursos, solo para decisiones y coraje.

G.I. Jane propone una historia incómoda, intensa y, a pesar de sus momentos torpes, poderosa. La película no pretende dar lecciones, pero deja preguntas flotando: ¿qué tan lejos estamos dispuestos a llegar por demostrar que merecemos un lugar? ¿Quién decide quién pertenece y quién no?

Demi Moore se entrega por completo a un papel físico, demandante y emocional, en una época en la que pocas actrices se atrevían a romper la imagen “correcta” de Hollywood. Ridley Scott, por su parte, convierte lo que podría haber sido una película de fórmula en un drama de supervivencia con algo que decir.

¿Dónde ver G.I. Jane?

G.I. Jane no es perfecta, pero tiene corazón, músculo y mensaje. Y en un mundo que sigue discutiendo quién puede ocupar qué espacio, vale la pena volver a verla sin los prejuicios que la acompañaron en su estreno. La encuentras en Disney+.