La película de (des)amor más conmovedora de la historia, que cambió el cine para siempre, cumple 25 años
Disponible en la plataforma de MUBI, este mes de mayo se cumplieron 25 años una de la película de romance que seguimos sin olvidar.

Esta brillante película cumple 25 años.
Universal PicturesEl amor es, posiblemente, uno de los sentimientos más complejos de la historia humana. Nos inspira, nos desgarra, nos transforma. El cine lo ha abordado desde sus inicios, con todas sus variantes: el amor romántico, el trágico, el imposible, el carnal. Pero en el año 2000, cuando comenzaba un nuevo milenio y el mundo parecía cambiar de piel, también lo hacía la forma de narrar el romance en la gran pantalla. Una película surgida de Hong Kong redefinió el lenguaje cinematográfico de lo íntimo, mostrándonos que el desamor podía ser tan bello como doloroso.
Se trata de In the Mood for Love, del aclamado director Wong Kar-wai, una película que reinventó la forma de hablar del amor y no desde su plenitud, sino desde su ausencia. Este 20 de mayo se cumplen 25 años de su estreno mundial en el Festival de Cannes y, lejos de volverse lejana, la película sigue latiendo como si fuera ayer.
Disponible actualmente en MUBI, es mucho más que una joya del cine hongkonés: es una de esas obras que se instalan en el cuerpo y no lo abandonan nunca más. Wong Kar-wai convirtió el amor imposible en arte puro y lo hizo sin necesidad de gestos grandilocuentes. Su cine no grita, apenas roza… pero ese roce basta para incendiarnos.
La historia es simple, como lo son las más universales. Dos vecinos, la señora Chan y el señor Chow, descubren que sus respectivos esposos les son infieles. Podrían haber replicado esa traición, pero eligen otro camino. Se acercan, se escuchan, se contienen. Simulan conversaciones que sus parejas podrían haber tenido. Juegan a ser otros. Y en ese juego, se enamoran. Pero lo hacen sabiendo que lo suyo no será. El amor no arranca y, sin embargo, duele como si hubiera vivido años enteros. Porque hay vínculos que existen incluso sin haber comenzado.
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Mirá este avance de la película:
El director chino-hongkonés no filma el amor, lo suspende. Como una bruma que se desliza entre las grietas, su mirada se posa sobre el deseo con la levedad de lo que no puede aferrarse. En In the Mood for Love, el vínculo entre los protagonistas no se desarrolla en el centro del cuadro, sino en sus márgenes. Es un amor que se insinúa, que se adivina entre los pasillos estrechos y los gestos aplazados.
La cámara se convierte en testigo mudo, como si espiara una intimidad que no le pertenece. No hay invasión, solo distancia. Los personajes aparecen a menudo velados por marcos, rejas, umbrales: parecen presos de sus emociones, de sus decisiones, de un contexto que los encierra. El montaje y el tiempo ralentizado actúan como una coreografía, donde cada movimiento es deliberado y cada repetición nos hunde un poco más en la melancolía.
La importancia de In the Mood for Love trasciende su historia. Considerada una de las mejores películas del siglo XXI, figura habitualmente en las listas de las obras más influyentes del cine contemporáneo porque se convirtió en un antes y un despúes de las formas de retratar el cine moderno. Su legado se siente en directores tan diversos como Sofia Coppola (que la considera su película favorita), Barry Jenkins, Paul Thomas Anderson o Park Chan-wook.
Pero más allá de su impacto en la industria, la película persiste porque supo captar algo que pocos logran: la intimidad en su forma más pura. Ahora que cumple 25 años y está disponible en MUBI, no hay mejor momento para reencontrarse o ver por primera vez esta joya inagotable del cine mundial. Mirala. Dejá que te habite.