La película en la que Bruce Willis tuvo un pequeño rol que se convirtió en fundamental para su carrera
A los 25 años, Bruce Willis hizo su debut en la pantalla con un pequeño rol que no tenía diálogo alguno en la aclamada película The First Deadly Sin.

Bruce Willis hizo su debut en pantalla junto a dos leyendas.
ShutterstockLos primeros roles en la vida de un actor son fundamentales para el desarrollo de su carrera, aunque éstos no sean más que apariciones casi imperceptibles dentro de una escena; como el debut de Bruce Willis en cine en el aclamado thriller judicial The First Deadly Sin.
Estrenada en 1980 y protagonizada por Frank Sinatra y Faye Dunaway, la película sigue al detective Edward Delaney, que está a punto de retirarse para dedicarse al cuidado de su esposa enferma. Cuando un asesino en serie se transforma en el terror de las calles de Nueva York, Delaney iniciará una peligrosa cacería.
Así fue la primera aparición de Bruce Willis en The First Deadly Sin:
La breve aparición de Bruce Willis en pantalla se da en una escena en la que el detective ingresa a un restaurante. De hecho, el personaje del actor de 25 años es descrito en el guion como "hombre entrando al restaurante mientras Delaney sale”. Esta brevísima aparición que no tenía ni diálogo ni nombre, fue clave para que el legendario actor iniciase su camino en Hollywood.
De hecho, dos años después del estreno de la cinta, en 1982, Bruce Willis obtuvo otro rol secundario en otra cinta judicial, titulada Será Justicia. Aquí, el intérprete daba vida a un hombre sentado entre el público de la sala del Tribunal donde Paul Newman defendía un caso.
Te podría interesar
La película, considerada la mejor producción del género judicial a la fecha, se centra en Frank Galvin (Paul Newman), un maduro abogado en decadencia, es un adicto al alcohol que sobrevive gracias a pequeños y rutinarios trabajos. Un antiguo socio le recuerda el caso, todavía sin resolver, de un negligencia médica cometido en un hospital y del que Galvin se había ocupado. No es nada fácil para él trabajar de nuevo de forma profesional, pero su tesón es tal que no tarda en averiguar que puede ganar el caso; es entonces cuando empieza a recibir ofertas económicas para arreglar el asunto sin ir a juicio. Pero Galvin está dispuesto a jugárselo todo, tanto para conseguir una importante indemnización para los familiares como para rehabilitarse como abogado y como persona.